viernes, 13 de abril de 2012

EL FMI alerta: "Vivir más de lo esperado es un riesgo"

Hasta la llegada de esta mal llamada crisis, el aumento de la esperanza de vida se consideraba algo positivo, un indicador del bienestar de la sociedad. Se consideraba también, que la vida se acompañaría con medidas humanas hasta el final del camino.
Ahora, el FMI habla ya abiertamente del riesgo de vivir más de lo esperado. No concreta cómo y quién fija el límite que al superarse se convierte en un riesgo. Tampoco dice nada sobre si el riesgo es igual en todos los espacios geográficos y para todas las personas o más en unos casos que en otros.

Forges, en su viñeta de hoy, traduce esta alerta del FMI:

"Llaman del FMI, Dady:
Que a ver si la espichas, que no les cuadra.."

Si alguien tiene dudas, que no espere hasta que el FMI ajuste "las vidas reales a las vidas esperadas". Me temo que entonces, será demasiado tarde para reaccionar.

7 comentarios:

  1. Dicho en el román paladino de esta filosofía ideológica que nos invade y de la que "esta buena gente" entiende:

    "EL QUE QUIERA VIVIR QUE SE LO PAGUE".

    Nota: Una curiosidad especialmente destacable de este tipo de pensamiento es que, con mucha frecuencia, es propio de gente muy "devota" y que aprecia de manera especial esa virtud cristiana que suelen llamar "caridad", muy seguidora de la jerarquía católica y enormemente preocupada por la "vida del nasciturus".

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  2. El Director del informe del FMI que alarma por el hecho de que vivimos, se entiende "de gorra", muchos años, es decir, que los viejos deben morirse antes, es español. Así nos va; a propósito, ¿por qué dimitió Rato del BM? Esta llamada de atención contra los viejos, me ha recordado lo que oí al doctor en medicina y neurocirujano más joven de la historia de la medicina española, y que ya falleció hace unos cinco años, que la medicina se equivocaba prorrogando la vida de personas, él no decía personas, sean de la edad que sea, por los que la naturaleza no haría nada; los individuos más débiles debían morir a su hora.

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  3. Cada día sois más sagaces, más avisados y mejor troquelados. Apuntabais ya en aquellos entonces maneras pues sutilizabais con donosura y tronío. Os escuchaba yo embelesado. Ahora leo vuestros párrafos absorto. Me crezco y enorgullezco de teneros por coleguis. Me sorprendéis, me extasiáis, me cuestionáis y cebáis las circunvoluciones cerebrales de mis neuronas retándome siempre a no dormirme en mis laureles ni sestear sobre mis perejiles. Sois, queridos, mi mejor píldora para intentar, un día tras otro, llevarle la contraria al FMI y vivir lo más posible. Jodifiquemos a los poderosos del Imperio.

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    1. Lo anterior escrito por Amador, pero publicado como Jubjub ... ja !!!

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  4. Para echar más leña al fuego del FMI, copio algunas políticas de ajuste de las "vidas reales a las vidas esperadas", sugeridas por un lector del País del sábado:

    "- A partir de los 50 (edad de jubilación) el trabajador tendría un máximo de 10 años de esperanza de vida. Que quiere vivir más, no hay problemas, pero corre de sus cuenta.

    - Deterioro progresivo de la calidad de vida de las personas para que no tengan tanto apego a la misma.

    - Reevaluación decreciente anual de las pensiones , par que al final del periodo, el jubilado tenga unos ingresos negativos.

    - Destrucción del sistema público de sanidad.

    - Abucheo en lugares públicos, y llamadas a su domicilio, increpándole por su injustificable insistencia en seguir viviendo.

    En definitiva, habría que conseguir que el jubilado, cuando se levanta cada mañana dijera frente al espejo; Ay, Señor, llévame pronto (José Mota dixit) "

    ¿Alguien piensa que algunas de estas políticas se están aplicando ya, por ejemplo, en Grecia y que se podrían aplicar pronto, por ejemplo, en España?


    -

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  5. Existe una solución directa y definitiva: el día que te jubilas, te "sedan" ya. No sé como los Obispos no protestan por esta invitación a matar a los mayores de 65 o 70 años.

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  6. Debe ser porque la vida "esperada" de un obispo es eterna y desde la eternidad, las cosas se ven de forma diferente.
    En honor a la verdad, hay excepciones también entre los obispos, como por ejemplo, Monseñor Algora, Obispo de Ciudad Real (¡cómo cambian los tiempos, Manolo!) que publicó en el semanario de su Diócesis "Con Vosotros" el artículo "A vueltas con la reforma laboral", lleno de sentido común y de humanidad. Quiero pensar que sus palabras se consideran normales entre sus colegas de profesión y que lo dejarán tranquilo, sin molestarle demasiado.

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