lunes, 9 de abril de 2012

IMPERIOS

Me ha prestado Eduardo Ferrer este libro que tenía mucho interés en leer. Gracias, amigo. A él le ha extasiado. A mí, una cita de su Introducción ya me ha helado la sangre en las venas:

"No se puede esperar nada mientras los destinos más terribles, comentados a diario en los periódicos (...), analizados en sus causas y consecuencias aparentes no ayuden a la gente a reconocer los oscuros poderes a los que su vida está sometida", Walter Benjamin, Einbahnstrasse, 'Kaiser Panorama', V.

Desde que nacemos nuestra vida está manipulada. Cuando crecemos, aprendemos a manipular a los demás y, con suerte, de forma honrada en general. Hasta aquí, ninguna novedad. Pero, en este aquí y ahora que habito, quiénes y para qué intentan manipularme será en adelante el yunque donde golpee sin piedad mis pensamientos.

'El Imperio ... siempre el Imperio!'

3 comentarios:

  1. El prólogo hay que releerlo de vez en cuando, para no perder el hilo de lo que se va leyendo. ¡En qué manos hemos estado y estamos!

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  2. NO HABLEMOS DE MERCADOS
    HABLEMOS DE USURA Y AVAROS


    Tradicionalmente se ha reconocido como "usura" el hecho de prestar algo con un interés desmesurado. ¿Qué es un interés desmesurado? Un interés que se aprovecha de la necesidad del débil que tiene que pedir préstamo.

    La ingeniería financiera ha logrado un desarrollo tal que ha perdido la dimensión esencial de "lo humano". Ha perdido todo sentido moral porque no se centra nada más que en el "interés especulativo"; no se trata de un interés que nace de la necesidad individual o social, sino del "interés por el interés" y cuanto mayor mejor. La financiarización de la economía se ha convertido en un juego del "interés" desligado de la producción de bienes para el desarrollo de la vida social. Es por ello que se convierte en el "interés por el máximo interés posible": en el juego de la usura.

    Lo terrible es la despersonalización en que se disimula dicha usura. Nadie se considera responsable de la misma ni de los efectos que está produciendo en toda la Humanidad. Son los "mercados" regidos por el valor supremo de la avaricia; las personas que lo dirigen no se sienten responsables más que ante los números reflejados en la pantalla del ordenador y sus múltiples cálculos matemáticos de "ingeniería financiera".

    Así nos va. ¿Que un ataque especulativo a la deuda de un país puede suponer a toda una sociedad un serio problema? Nadie es responsable porque quien toma las decisiones se esconde tras la pantalla de los números.

    Mientras no logremos desenmascarar a los individuos personales que dirigen estos mercados...; mientas sigamos dando sueldos privilegiados a quienes manejan el cotarro, que a su vez se refugian en ser "gestores" de algo que no es suyo, sino de .... "NADIE" Y estaremos haciendo el juego a la avaricia de unos avaros que nunca estarán satisfechos de su riqueza y su poder, porque su único interés es el "dinero" y el "más y más".

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    1. Cuando en esta Entrada cito las palabras de Walter Benjamin '... los oscuros poderes', me refería sin citarlo al ataque especulativo de la usura capitalista. Hace tiempo que dejé de interrogarme acerca de qué poderes nos manipulan. Los de verdad, porque las iglesias, en nuestros países siguen cortando bacalao pero ya no son los dueños de la tienda y, los políticos, se han terminado ya de bajar los pantalones y están a las órdenes del capital. Todos: algunos un poquito menos pero ninguno de forma significativa.

      Quizá la novedad de estos últimos tiempos radique en la intensidad con que nos domina el capital. Ya nos sojuzga y nos ha convertido en súbditos mansos. Si durante algún tiempo no lo fuimos, que tengo mis serias dudas.

      Dubio sed audeo.

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