jueves, 24 de octubre de 2013

MINKANDÁ, Cap XVIII (clip 1:11,00)

Tengo para mí que a veces es más dulce la tristeza que la alegría.

Pero ¿quién puede medir eso? Alguien podrá decir aquello de que 'nada es verdad ni mentira, que todo es según el color del cristal con que se mira'.

En mi viaje al África profunda yo llevaba unos cristales de color especial. No tengo empacho en decirlo y, pasados veinte años, aún me congratulo de ello.

Un color que me facilitara -como ya dije- el reencuentro con aquellos ojos en los que yo me miraba y aquella sonrisa que me habían dejado no mucho tiempo antes.

Y mientras correteaba, trisca que te trisca por acá y por allá, me preguntaba a menudo si realmente los estaría encontrando.

Lo que sí constataba a medida que transcurrían los días y las horas era que me estaba volviendo a enamorar.

¡ Oh, cielos !
 
1:11

3 comentarios:

  1. ¿Por qué comentarlo y estropearlo?

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  2. ¿Estropearlo? por favor ...! O mejorarlo, no seamos pesimistas ya de salida, ja ja ja ... gracias.

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Gracias por opinar.