martes, 12 de agosto de 2014

Fenomenología de dos sueños.

Fenomenología de dos sueños.

I. Encuadre y encaje.

 Francisco, obispo de Roma, y por ello Papa de la ICAR, ha cerrado tres mil cuentas en la banca vaticana.
Varios consejeros de educación de las comunidades autónomas de España, se han enfrentado al tertuliano ascendido a ministro de educación a propósito de la aplicación de la LOMCE.

II. Sueños.

II.1

Hubo un papa que tuvo que renunciar a los Estados Pontificios para mantener el poder; hubo un papa que renunció a la silla gestatoria; hubo un papa que renunció a la tiara imperial; hubo un papa que, en plena regresión, resucitó a los capisayos imperiales; hay un papa que ha renunciado al palacio y ha cerrado tres mil cuentas de la banca vaticana.

Habrá otros papas que renunciarán al papado y solo serán obispos de Roma, como mucho. Vendrán otros papas, ya solo obispos, que renunciarán a ese principado, y se incardinarán en las arenas movedizas de la realidad social para poder ser, de nuevo, pacíficos, en vez de belicosos, tolerantes, en vez de creerse en posesión de la Verdad, fraternales, en vez de jerárquicos, e iguales a los demás, a todos los demás.

Robespierre era creyente. Su pensamiento político se acercó bastante al sueño que he resumido, porque es imposible recordar todos los detalles de un sueño, y más difícil aún pensarlos como se soñaron: vivos y reales. Los sueños, sueños son, y como opinaba Unamuno, creo recordar, el dormir es una forma de morir que solo queda unido a la vida a través de los sueños. Soñar, mientras se duerme, es una manera de vivir. A veces, no sé cuántas, los sueños acaban siendo vida sin dormitar.

Robespierre soñó y creyó en la democracia, e intentó hacerla real. Una forma política, no una religión, que no pretende oprimir a nadie, que no pretende suprimir a nadie, que  pretende la paz, la tolerancia, la fraternidad y la igualdad. ¿Sigue siendo un sueño unos doscientos veinticinco años después?

II.2

El enfrentamiento de algunos consejeros de educación de las comunidades autónomas con el ministro Wert a propósito de los cambios en los libros de texto, asunto que afecta, sobre todo, al negocio editorial, es el primer paso, ¡ojala!, hacia la desintegración del “sistema escolar”, que no educativo. La educación, por suerte, no depende solo del sistema escolar, ni solo de los padres, , ni solo de los amigos, ni solo de los medios de comunicación, ni solo de las modas (incluidas las pedagógicas), ni solo de nos sé cuantas cosas más que vienen a componer el sistema educativo, si es que queremos seguir dentro de la teoría de sistemas, y que el final no es distinto del sistema social. Por eso nunca el sistema escolar ha cambiado a la sociedad; siempre ha sido la sociedad que, cambiando ella, ha modificado la educación. La prueba está en nuestra sociedad, que, “economizada”, pretende enseñar economía a los infantes y a los adolescentes a fin de que acepten sin rechistar las imposiciones de quienes detentan el capital a través de los informes PISA, financiados y amparados por una organización mundial que tiene como fin el crecimiento económico al menor coste posible.

¿Para qué se fundó la ONU de la escolaridad y de la educación: UNESCO? ¿Por qué no en cargar  a la UNESCO la regulación de los mercados financieros? Mejor aún: encargar a la UNESCO la auditoría del mundo financiero, poniendo notas y montando un ranking por países. Supongo que los resultados serían tan divertidos como los de los informes PISA.

Podemos seguir soñando. Llegará un día en el que la escolaridad y la educación no tendrá más leyes que los derechos, y correlativos deberes, humanos. Llegará un día en el que las mediciones, persiguiendo indicadores de las mismas, se desintegrarán por ser pura farfolla, y la educación volverá a las manos de la sociedad; una sociedad pacífica, tolerante, respetuosa de los derechos de los niños,  de las personas con  discapacidad, de las mujeres, de los hombres, de los pobres, de los incultos; una sociedad fraternal, y por ello igualitaria.

III. Interpretación de los sueños.

Soñar es una manera de comenzar algo nuevo. Soñar es traer a la vida algo nuevo o distinto. Los dos sueños que he contado nacieron en la misma noche; o eso creo recordar. Por lo menos sé que los trascribí una mañana, al despertarme, en la terraza de Xàvia, desnudo y refrescado por la brisa marina de la mañana. He copiado lo que escribí un día del mes de julio pasado en las páginas en blanco que suele haber en los principios de los libros; en esta ocasión el libro es:  Sonámbulos. Cómo Europa fue a la guerra en 1914, de Christopher Clark. Es posible que la lectura inacabada de este libro inspirara ambos sueños. Por lo menos, cuando desperté estaba convencido de haberlos soñado esa misma noche.



3 comentarios:

  1. Deberías publicar estas y otras cosas en los grandes medios de comunicación. Además de aquí, claro. Por supuesto. Se leen tantas vaciedades en los ultimos tiempos que es un horror. No digamos ya en el periódico de mayor tirada, que a veces hay que coger con pinzas (salvo ciertas plumas).

    Me apunto a tus sueños, tan sensatos, inspirados y tan estupendamente escritos y descritos. Enhorabuena y que la producción aumente, Eduardo.

    (Leída la Entrada y escrito este Comentario con un móvil en medio del campo, lo que es artesanía pura)

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  2. El Papado, la Revolución Francesa, Robespierre, el sistema de educación...los sueños...Interesante y largo recorrido...
    Espero con impaciencia la próxima fenomenología...

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  3. Me encanta tener amigos que sueñan.
    Menos mal que aun nos quedan ganas de soñar! Porque los sueños no tienen registro en los Registros de la Propiedad.
    Al fin y al cabo "la vida es sueño" por mas que algunos la quieran convertir en "finca particular", Registro inclúido.

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