sábado, 16 de agosto de 2014

SIN DINERO DE PAPEL


Dando vueltas a la idea de evitar que esa enorme marea de dinero negro que carcome la economía se pudiera eliminar y sacar a relucir al mercado, vine a la convicción de que la solución no era tan complicada, aunque sospecho que tendría que ser muy valiente.
El problema de la economía sumergida es que no quiere dar la cara, no quiere identificarse y se mantiene oculta tras el "páguese al portador".  Si se ha conseguido un capital a partir del contrabando, la droga, la prostitución, etc., el sucio dinero acumulado se disolverá en el mercado adquiriendo bienes y servicios que sean pagados con dinero de contado, con billetes que no necesitan identificar al pagador. ¿Por qué la sociedad permite esta situación si las nuevas tecnologías sustituyen perfectamente el sistema de pago, mediante la transacción electrónica? Un pensionista, un funcionario, un empleado normalmente percibe sus ingresos, domiciliados en una cuenta bancaria y los suele ir administrando mediante pagos electrónicos (agua, luz, gastos de comunidad, etc.,) y ya es muy frecuente el pago de la compra (en las grandes superficies, supermercados de alimentación, droguería, etc.,) mediante la tarjeta electrónica. El problema solo aparece cuando queremos evadir impuestos y llegamos a un acuerdo con quien nos vaya a hacer una reforma de la vivienda, por ejemplo, o el arreglo de un coche o un deterioro de fontanería. Entonces, en muchos casos, se paga una parte del costo total, cargando el correspondiente IVA. El resto se paga en negro sin que haya justificante alguno. A veces la justificación personal llega porque de esta manera podemos realizar la reforma por un importe que si se incluyera el IVA tendría que ser una reforma más económica.
Lo cierto es que la actitud moralista de una publicidad persuadiéndonos a que paguemos los impuestos tiene poca fuerza, dado que es mucha y conocida la gran cantidad de personas que tienen comportamientos delincuentes y poco solidarios y que a veces aparecen como paradigmas del triunfo de la sociedad. Es muy difícil pensar que la acumulación del dinero se deba únicamente al esfuerzo personal. Casi siempre se ha aprovechado del trabajo o del saber hacer y conocimiento ajeno.
Aflorar muy buena parte de la economía sumergida se podría llevar a cabo  impidiendo las transacciones mercantiles que no identifican al comprador y vendedor. No creo que por ello se coarte el ejercicio de la libertad. Falso argumento de los que ocultan y ejercen con dolo o engaño. Es como querer imponer la mascarada carnavalesca durante todos los días del año para preservar la identidad de las personas. Es manifiesto, por otro lado, que este problema no roza en absoluto la economía de la sociedad que ajusta los ingresos con los gastos para llegar a fin de mes, el tema solo compete donde hay un desequilibrio y se pretende la usura y el enriquecimiento sin medida. Motores como se les viene en llamar de una economía liberal.
La medida de poner rostro, identificando las partes de las transacciones mercantiles, eliminando los billetes de cambio "al portador" no contradice ni obstaculiza la posibilidad del enriquecimiento, pero sí obliga al pago del correspondiente impuesto y sanea la economía dejándola transparente. Estaríamos orgullosos de nuestros ricos porque serían vistos como los grandes contribuyentes en lugar de sospechar muy fundadamente que sean unos grandes estafadores.
¿Por qué los gobiernos no dan ese paso? ¿Qué raros intereses se ocultan para permitir que la economía transcurra con tan sórdidos cauces? La tecnología que permite la alternativa está implantada en la sociedad. Los cajeros automáticos, los terminales de pago de tarjetas, las transferencias electrónicas realizadas incluso desde los móviles nos facilitan los sistemas de pago que sustituyen al dinero. Y un móvil lo tiene todo el mundo. Habría que arbitrar un tiempo razonable para que el dinero circulante se depositara en cuentas bancarias o depósitos estatales y a partir de una determinada fecha desapareciera del mercado. Como criterio personal dejaba en circulación las monedas como sustento de una economía muy precaria. Y una actitud generosa de los gobiernos, que permita no profundizar en las nuevas cuentas que aparezcan a partir de cantidades razonables por DNI.
¿Por qué no soñar un poco ?

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