AMORES MOHOSOS
Como prometí guassapeando comento algo de la
conferencia sobre “Amores mohosos” impartida en el Ateneo de Sevilla por D.
Enrique Cerdá dentro de un ciclo de conferencias de la Real Academia Sevillana de
Ciencias.
No es cuestión de resumir ni criticar. Este comentario es
simplemente la manifestación gratificante que produce tener amigos con quien
comunicar las pequeñas experiencias; esas que constituyen nuestro hacer diario
y que, en el fondo, son tan importantes.
Se guasapea o se facebookea o twittea
con contenidos que sean “espectaculares”. Y no están
mal y son ágiles, breves y divertidos; pero a mí no me bastan para conectar con el jubjub que yo amo con un amor “no mohoso”. Sin llegar a las tremendas cartas de 10
folios propias del XIX, esto requiere también espacios variados según las
circunstancias y situaciones.
Por eso el blog ofrece un espacio precioso
para decir cosas interesantes por un lado, y amenas y provocadoras para la
convivencia jujubera.
He aquí, pues, mis comentarios sobre esta conferencia para
amena provocación a mis amigos.
1.- Hay más de 40 sexualidades reproductoras en el
maravilloso mundo de la Naturaleza evolutiva que nos ha hecho llegar a este
punto en el que estamos nosotros.
2.- Nuestra sexualidad predominante, a fuerza de ser
“selectiva” nos ha hecho olvidar muchas formas y no digamos cantidades de sexualidad reproductiva. De
hecho, en cuanto a la cantidad, de tantos millones de espermatozoides solo 2,3,4, ya 5 es demasié, logran reproducción
alguna. Óvulos femeninos son menos pero para el caso de la reproducción
“impresionantemente selectiva” es igual.
3.- Pero, sobre todo, nos ha hecho olvidar que las raíces de
este asunto, tan fundamental en la Evolución, se encuentra en los mohos
(hongos) y levaduras.
Dicho en otras palabras: nos ha
hecho olvidar la importancia de la atracción- repulsión celular cuyos
mecanismos siguen actuando en nuestro vivir; (notemos que en nuestro cuerpo se
producen millones de reproducciones celulares por día en el mantenimiento y
crecimiento de nuestro cuerpo) y que, ahora, a través de la ciencia,
descubrimos esos mecanismos primordiales: las feromonas, los olores, etc. etc.
mecanismos que dirigen la sexualidad hacia sus fines fundamentales que es la
reproducción.
Y el origen de esos mecanismos
empiezan, como tales, en los mohos y las levaduras.
Los amores humanos pueden
convertirse en mohosos (por analogía), en la medida en que los mohos nos
muestran en muchas ocasiones la situación de algo que se está “pasando de
madurez” es decir, se empieza a pudrir. Pero ese no es el tema que nos interesa
aquí porque nosotros, estando tan maduros, tenemos la suerte de tener unos
amores llenos de vida que nos permiten jujubear alegremente.
Mas existe otro problema:
olvidarnos de las raíces del amor. Sobre eso nos pueden enseñar muchas cosas
los mohos.
Meterse en los mecanismos, de
cómo surgen las atracciones y repulsiones, desde la mera partición unicelular, escisión, a la diferenciación y atracción celular y formación de sexos, mediante muy diversas formas de comunicación: que si feromonas, que si olores, colores, sabores,
formas geométricas; que si esporas al aire, que si esporas pegajosas, que si
provocar que algunos organismos se los coman para que lleven las esporas o
células reproductoras a una movilidad espacial bien por el aire, bien por las
cacas, bien por los pelos etc. es tema precioso para los biólogos y de
reflexión para los curiosos que quieran considerar sus propios amores.
¿Está rico el tema? No os
quejaréis de materia y matices ¿eh?
Gracias, Mariano —como para resumirlo en un uasap—, gracias por el esfuerzo que has hecho en transmitirnos este resumen. Mejor este blog, sí.
ResponderEliminarNunca debemos olvidar que moho somos y en moho nos revertiremos (simpática reformulación). Comentaré solo esta frase del final: “… mecanismos que dirigen la sexualidad hacia sus fines fundamentales que es la reproducción”. Creo que en cuanto introducimos finalidades, jerarquizaciones o valoraciones acerca de la naturaleza la interpretamos según nuestros propios parámetros mentales que vamos aprendiendo o que nos dejamos imponer.
La naturaleza está ahí. La naturaleza es, y en ella existe la sexualidad. Observo además que, desde luego, no habría vida sin ella. Aquí yo pondría un punto final.
Pero, hombre, qué disparate: ‘humanus sum et nihil …’ etc. No, el disparate deberían asumirlo los que se las dan —e históricamente han sido y siguen siendo muchos— de intérpretes de ese fenómeno natural que es el sexo. No los estudiosos biólogos, fisiólogos, etc., pero sí toda una pléyade de asesores, maestros, sacerdotes variopintos, psicólogos baratos, moralistas, sociólogos y un muy largo etcétera que dictaminan, pontifican, advierten, intentan guiar, valorar, juzgar o clasificar la vivencia sexual en este, nuestro planeta.
Y hasta aquí puedo escribir (que no leer). Gracias.
Buen e instructivo comentario .
ResponderEliminarSí, es verdad que introducimos nuestra interpretación como si fuera de la propia Natura. Pero también es cierto no podemos negar que el camino seguido por la Evolución tiene en la reproducción su fundamento más fundamental.
ESTRAPOLANDO Y ANALOGIZANDO IDEAS A PROPOSITO DE LOS MOHOS
ResponderEliminarSi el hecho de la Evolución lo llamáramos o interpretáramos como “crecimiento" los economistas no tendrían ni idea de lo que hay que reproducir y el cómo reproducirlo (reproducción →evolución) frente a cómo lo hace la naturaleza a base de diversificar para luego seleccionar.
Pues para los economistas crecer tiene una sola dirección: más dinero en danza y mas acumulación de lo mismo y para lo mismo.
A lomojó por eso se producen tantos mohos en los amores de los amores; por no encontrar el verdadero sentido del crecimiento y de la reproducción y hacer depender tanto y todo de lo mismo.
Y para sociólogos y moralistas y culturalistas:
si el mecanismo reproductor se basa en la diversidad y en la dinámica de los grandes números, ¿por qué ponemos tanta valoración en la unidad de los procedimientos que tienen que ser así tal como digan …. O como prescriban….. cuando la vida reproductoria es una “ventura a la aventura”?
Mariano, gracias por tu resumen.
ResponderEliminarLa sexualidad está en la naturaleza y todo lo que se aparte de esta realidad es un mal camino para vivirla....El cómo nos hemos alejado tanto de esta evidencia, según las épocas, sigue siendo para mí una buena pregunta.
En pleno nacional-catolicismo, en esta tierra del Sur de mi infancia, cuando se hablaba de ciertas actividades se decía con frecuencia: "el pecado de naturaleza, no es bajeza". Pues eso...