miércoles, 29 de abril de 2015

A propósito de la crisis y el desempleo

Tras leer las 98 páginas del "Informe sobre el estado social de la Nación. 2015", he comprobado que no se le dedica ni una sola palabra a dos aspectos que afectan de lleno en los análisis económicos sobre la crisis de nuestra nación. 

Uno es la llegada de las nuevas tecnologías con el masivo desplazamiento de la mano de obra que es sustituida por unos cuantos operarios cualificados. He sido protagonista de estos acontecimientos implantando la aplicación de un solo tratamiento de textos, que sustituye a cientos de mecanógrafo/as con la ventaja de realizar el trabajo con error cero y apenas han transcurrido treinta años cuando compruebo que dicha tecnología ha quedado obsoleta. Ahora esa documentación ha quedado sustituida por la impresión digital con el consiguiente ahorro de manipulación y distribución del papel, dando lugar a lo que está ocurriendo en este acto, que el texto es leído por el lector sin que haya intermediación alguna. 

Una máquina segadora, cosechadora, trilladora, cribadora, empacadora y transportadora está manejada por una sola persona con capacidad de sustituir a cientos de operarios. Máquinas de procesos automáticos (cajeros, por ejemplo) dan servicio las 24 horas y sustituyen a personas en el trabajo. Aplicaciones informáticas de adquisición y reserva de billetes, de compras telemáticas sustituyen a personas en el trabajo. Procesos robotizados inteligentes que inundan con su tecnología las fábricas sustituyen a las personas en el trabajo Y así un largo etc. que ha venido a ser como el aire que se respira.

Nada de esto leo en las causas del desempleo, porque les resulta más fácil hacer soflamas políticos (a veces razonadamente) para llegar a las conclusiones a que suelen estar abocados.

El otro aspecto que no suelo ver en los análisis económicos es la implicación de la economía global en el mercado laboral. Que la confección de nuestras prendas de vestir, calzado, menaje, componentes electrónicos o de cualquier otra índole esté hecha en la China, Pakistán, la India o Marruecos, nos debiera hacer caer en la cuenta del desplazamiento de la mano de obra a esos países por la absoluta falta de competitividad en los costos de producción. Faltarán décadas hasta que por ley de la entropía se equilibren los ingresos de los trabajadores de dichos países con los locales, cuya remuneración en el desempleo o en subvenciones es más rentable.

Echo de menos un análisis estructural macroeconómico de la economía sin tanta carga política partidista.

5 comentarios:

  1. Tu opinión sobre las nuevas tecnologías y lo que tu llamas "implicación de la economía global en el mercado laboral" son observaciones interesantes al "Informe sobre el estado social". Es una pena que no digas cómo se pueden corregir sus efectos negativos sobre el empleo.
    No encuentro las "soflamas políticas" que indicas y me parece legítimo preguntarse si, en la situación actual y con los datos disponibles, no estamos ya en un cambio de modelo social, más que en una crisis económica y financiera.
    Conocí la existencia de este informe por casualidad, al leer en républica.com la columna de Luis Velasco:"El informe que hay que leer"
    Luis Velasco, ya jubilado, es técnico comercial del Estado ( si no me equivoco, número uno de su promoción), ha sido Secretario de comercio, Presidente del Instituto Nacional de Fomento, Jefe de la Oficina comercial de España en Nueva York..Persona, desde luego, poco amante de dar o recomendar "soflamas". En lo que yo pueda conocer, más bien todo lo contrario.
    La columna de Luis Velasco termina así:
    "Por eso, la pregunta central del informe es oportuna porque si lo que se ha configurado o se está configurando es una nueva sociedad, un nuevo reparto, la respuesta debe ser otra a que si creemos que lo peor de la crisis ha pasado y vuelven los “buenos viejos tiempos”. Lean por lo tanto este valioso informe y saquen sus conclusiones".
    Opinión que comparto

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  2. Todos mis respetos a las condecoraciones del autor del "informe sobre el estado social", pero, insisto en que no ha dedicado ni una palabra en las 98 páginas a una cuestión tan crucial en el tema del desempleo como es la incidencia de las nuevas tecnologías en el mercado laboral y a la implicación de la economía global.
    Desgraciadamente mi opinión sobre cómo corregir los efectos negativos en el empleo es muy poco halagüeña. Entiendo que posiblemente al menos una generación de las capas económicamente más débiles se verá "sacrificada" a tener un hijo como mucho, a generar un mercado de servicios para la población envejecida, a apretarse el cínturón con la familia y a heredar, eso sí, viviendas que no haya podido adquirir.
    El conjunto del mercado laboral más cualificado irá marcando cotas de diferenciación y desequilibrio económico cada vez mayor.
    Ahí es donde debiera el gobierno de turno "impedir" la injusticia social. No va a volver ningún buen viejo tiempo, pero la inteligencia humana creará soluciones innovadoras. Algo se apunta, por ejemplo, con el generoso grafeno que puede sustituir las actuales fuentes de energía y comunicaciones, pero como digo mediando al menos una generación.

    (Interpreto a veces la soflama por críticas más o menos solapadas)

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    1. El autor del informe no es Luis Velasco. Le dedica su columna en républica.com que puedes leer si te apetece.
      Si te entiendo bien, no tienes alternativas concretas para corregir los desequilibrios cada vez mayores que crea el sistema, pero confías en la inteligencia humana que creará soluciones innovadoras.
      Los trabajos de Pikkety y su equipo de investigadores apuntan y concretan políticas para corregir esos desequilibrios. Por ahí deberían ir las actuaciones de nuestros políticos, pero por el momento no saben, no contestan.

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  3. Pensar que la solución vendrá de la mano de la tecnología, como el grafeno o lo que pueda venir, no deja de parecerme una soflama política un poco o bastante grosera, si la aplicación de la tecnología únicamente se utiliza para aumentar los beneficios a costa de que haya menos trabajadores y más baratos.
    ¿Podría utilizarse el ahorro de horas de trabajo de formas diferentes?
    Que la solución ha de venir de la inteligencia no me cabe la menor duda. Pero quizás de una inteligencia que no solo piensa y usa la tecnología sino, además, otros aspectos de la vida humana y de la economía y de la política. Aspectos que son probablemente más importantes que la tecnología para cambiar el modelo de sociedad organizada según el interés y beneficio de unos por un modelo de sociedad según el interés y beneficio de "todos".
    Por ello pienso que las distinciones y posibles relaciones de conceptos como los que ya se están estudiando como posibles funciones sociales diferenciadas en ámbitos y competencias como son el "empleo", la "función pública" el "trabajo social garantizado" o "la renta básica" apuntan a puntos de vista que superan los quizás prejuicios generados por una etapa determinada de la historia que nos ha tocado vivir.

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    1. No existe ninguna "mano invisible" que convierta los intereses particulares de los mercados, en el interés general de los ciudadanos. Para vivir de acuerdo con el interés general, los ciudadanos inventamos la POLíTICA. Cuando se confunden mercado y política (o la política se condiciona al mercado) pasa lo que estamos viendo...

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