¿Porque le negó la cualidad de "decente"? Si se ofendió es porque la decencia es una cualidad deseable. Manuel Seco, en su diccionario del español actual, recoge cinco acepciones de la palabra "decente".
1. Honrado o moralmente bueno.
2. Honesto o moral en aspecto sexual.
3. Limpio y arreglado, aunque sin lujo.
4. De calidad suficiente, aunque no excesiva. (hablando de cosas, espectáculos, etc.)
5. (Sueldo o cosa similar) suficiente, aunque no excesivo.
A Rajoy le pueden afectar las tres primeras. La tercera, la cumple; suele ir limpio y aseado, pero sin lujos. Su honestidad sexual no creo que se viera afectada por la acusación de Sánchez. Uno de los dos textos que usa Seco para la primera acepción es de Torres, en el libro "Él", y transcribe: "Es una lástima que seas tan decente...Esto significa dinero. Para tí y para mí". Ahí le dolió a Rajoy, seguro. Si entramos en el terreno económico, del dinero contante y sonante, lo de la decencia tiene que ver con no tocar, por supuesto no coger, el dinero que no es de uno, ni con tolerar que ocurra sin denunciarlo, y menos aún con encubrir y defender a las personas bajo tu mandato que lo hacen, porque eso es dar el VºBº; porque coger dinero que no es propio es robar, directamente, y esta conducta no es moralmente buena. Le dolió porque le impactó en el santabárbara, que, como es sabido, en los barcos está por debajo de la línea de flotación; es decir, le atacó por debajo del agua, por la parte del barco que no se ve. Hasta esa acusación directa, Rajoy había mantenido una carga suficiente en el barco del partido para dejar debajo del agua la caja del dinero negro, y la acusación directa reventaba el barco entero. Por eso respondió con insultos.
Si nos vamos al Corominas y Pascual, diccionario etimológico, sabemos que el primer autor en utilizar esta latinismo es Torres Naharro, que lo coge del latín, decens, -ntis, participio activo de decere, que significa en castellano: convenir, estar bien (algo o alguien), ser honesto. Lope y otros usan el término derivado de decorum (las conveniencias, el decoro), que es el neutro del adjetivo decorus, que se traduce por adornado, decente.
Como es evidente, y lo han afirmado bastantes, llamarle a alguien indecente cuando hay asuntos y documentos pendientes en el aire, no tiene nada que ver con el derecho penal. Se puede ser indecente sin rozar conductas que la sociedad considera delitos. Si los hechos y documentos que posibilitan considerar a alguien indecente, además, constituyen un delito penado, pues a penar. Que al Sr. Rajoy no se le haya imputado, o acusado, judicialmente nunca no asegura su decencia. Los mayores hemos vivido en una sociedad, cuando éramos jóvenes, en la que una mujer fumando por la calle era considerada indecente; si, además, llevaba pantalones, la indecencia crecía. Nunca hubo mujer alguna llevada ante un tribunal por fumar por la calle o por llevar pantalones; en esa misma sociedad no llevar sombrero un hombre, por lo menos en algunas ocasiones, también se consideraba inadecuado, indecente. Curiosamente, el que una mujer llevara un escote respetablemente abierto, no se conseraba una indecencia.
(La respuesta correcta a la acusación de indecente debió ser, sin indignación alguna, algo así: "Puedo demostrar (mejor si hubiera podido afirmar que "ya he demostrado") que el sms a Bárcenas no lo escribí yo, que los papeles de Bárcenas, por lo menos en lo que a mi nombre se refiere, son falsos, que las obras de Génova, y las compras de otras sedes, nunca se abonaron con dinero negro, etc.". Puesto que la respuesta se fue al insulto devuelto y a los juzgados, pero no negó los hechos que fundamentan la indecencia, seguiremos convencidos de que sí que es indecente, cuando menos, ¿no?).
(La ética, el decoro, la decencia no se miden con el Código Penal, sino con la cultura de la sociedad en la que se vive).
(La respuesta correcta a la acusación de indecente debió ser, sin indignación alguna, algo así: "Puedo demostrar (mejor si hubiera podido afirmar que "ya he demostrado") que el sms a Bárcenas no lo escribí yo, que los papeles de Bárcenas, por lo menos en lo que a mi nombre se refiere, son falsos, que las obras de Génova, y las compras de otras sedes, nunca se abonaron con dinero negro, etc.". Puesto que la respuesta se fue al insulto devuelto y a los juzgados, pero no negó los hechos que fundamentan la indecencia, seguiremos convencidos de que sí que es indecente, cuando menos, ¿no?).
(La ética, el decoro, la decencia no se miden con el Código Penal, sino con la cultura de la sociedad en la que se vive).
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