"En el corazón tenía
la espina de una pasión;
logré arrancármela un día:
ya no siento el corazón.
Y todo el campo un momento
se queda, mudo y sombrío,
meditando. Suena el viento
en los álamos del río.
La tarde más se oscurece;
y el camino que serpea
y débilmente blanquea
se enturbia y desaparece.
Mi cantar vuelve a plañir:
Aguda espina dorada,
quién te pudiera sentir
en el corazón clavada".
Audaces fortuna iuvat
ResponderEliminarNo puedo añorar la II República porque no vivía. Pero sí me siento republicano.
ResponderEliminar"El problema puede obedecer a que ya no hay una auténtica gestión racional de la memoria y el olvido, y sin ella casi todo vale. “El pasado -decía H. Arendt-, por el hecho de ser tal, depende de nuestro juicio”; es decir, necesita afianzarse mediante la ponderación serena y reflexiva de lo que nos precede. Porque del juicio de los que ahora vivimos se derivará la forma en la que algo sea recordado: manipulado o borrado o, por el contrario, preservado y rememorado. Sin una adecuada cultura de la memoria no hay manera de encontrar una orientación para el futuro"
ResponderEliminar(F.Vallespín, El País, 14/4/17)
Reyes Mate considera que no hay verdadera Memoria Histórica mientras no se haga desde la reivindicación del punto de vista de los débiles y perdedores. Porque el relato, de otra forma, siempre tendrá el punto de vista de los vencedores.
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