Ahí lo tenéis a escasos doscientos metros de mi casa en la llamada almendra: el Madrid céntrico, pegadito a la M30. Quizá los vecinos lo iniciaron por afición o por entretenerse. Lo ignoro. Pero quizá ahora se feliciten. No me extrañaría que hubieran empezado a montar guardia para preservar sus cebollas, tomates, pimientos, ajos, etc.
Claro, como vivo en un barrio de pobres. Porque yo soy pobre, ¿no lo sabíais? Entre mis amistades hay quienes no se lo creen. Peor para ellos/ellas.
Francisco Herrnández dijo:
ResponderEliminarTú no eres pobre. eres gilipollas ... por decirlo. Pobre es el ansioso por poseer lo que ansia ... y quizás no necesite.
PIEDAD MOLINA dice que:
ResponderEliminarMuy bueno, sobre todo que me recuerda a mi querida Kenia, que cada rinconcito habido y por haber está cultivado por sus 'citicens'. y si no hay rinconcito, se planta en macetas que se ponen donde quepan en la casa y fuera...!