Han creado esta vez los de WERFEN un pequeño gran muñeco, inteligente y espontáneo. Tan grande como lo es la vacuidad de su grito, pues ¿quién acudirá en su auxilio? Cuando la Alemania nazi se lanzó al devoro hubo alguien que, finalmente, vino para acá y zanjó la cuestión. No apoyarían nada parecido, creo yo hoy en día, quienes en aquellas mismas tierras votaron en masa al gran payaso de Donald: ¡sesenta y dos millones de ellos!
“La inmensa mayoría del pueblo alemán —es ejemplo paradigmático— rehusó ver de frente el horror que representaba Hitler y el abismo al que lo precipitaría”, Enrique Krauze, EL PAÍS, 23/11/2016, pág. 15.
El miedo es el peor de los enemigos. Inglaterra resistió porque Churchill se atrevió a mirar la realidad: un pacto de paz y amistad firmado por Hitler era esperpéntico...pero el miedo hizo imposible ver lo evidente.
Han creado esta vez los de WERFEN un pequeño gran muñeco, inteligente y espontáneo. Tan grande como lo es la vacuidad de su grito, pues ¿quién acudirá en su auxilio? Cuando la Alemania nazi se lanzó al devoro hubo alguien que, finalmente, vino para acá y zanjó la cuestión. No apoyarían nada parecido, creo yo hoy en día, quienes en aquellas mismas tierras votaron en masa al gran payaso de Donald: ¡sesenta y dos millones de ellos!
ResponderEliminar“La inmensa mayoría del pueblo alemán —es ejemplo paradigmático— rehusó ver de frente el horror que representaba Hitler y el abismo al que lo precipitaría”, Enrique Krauze, EL PAÍS, 23/11/2016, pág. 15.
El miedo es el peor de los enemigos.
EliminarInglaterra resistió porque Churchill se atrevió a mirar la realidad: un pacto de paz y amistad firmado por Hitler era esperpéntico...pero el miedo hizo imposible ver lo evidente.