Ya se han contado todos.
Todos se han dicho y se han escrito.
Y todos se han ovillado y archivado.
Los ha contado el viejo patriarca,
los han cantado el coro y la nodriza,
los ha dicho un idiota, lleno de estrépito y de furia,
se han grabado en la ventana y en la rueda
y se han guardado en cajas fuertes las matrices.
Todos se han registrado. Y todos están vivos todavía.
Ahí pasa el pregonero: «¡Cuentos!... ¡Cuentos!... ¡Cuentos!...»
Es aquel viejo narrador de sombras y de risas que ahora pregona cuentos.
Pero yo no quiero cuentos...
No me contéis más cuentos.
¿Que no se cuenten más cuentos?!! ... pues lo llevan claro los del WERFEN ese, ja ja !!
ResponderEliminarLeón Felipe parece que se refiere a otros cuentos...que tú bien conoces y Werfen también.
Eliminar¿Se referirá, por ventura, a los correveidiles de los dirigentes de España, sus latrocinios, navajazos, intrigas, escupitajos, quitate-tú-quemepongoyos,guiñoles, maniobras de distracción, birlibirloques descarados, luces de gas, estocadas bajas, contoneos lascivos y eructos barriobajeros a que nos someten, día sí día también, con tal de no aposentar ovarios y cojones en sillas alrededor de mesa desprovista de manjar alguno con la sola puta voluntad de -finalmente!- dilucidar, exponer y concordar a qué suerte de país sería sensato aspirar en la década venidera?
Eliminar¿A esos cuentos poque se refiriera L Felipe?
Me temo que no necesiten sentarse en mesa alguna para debatir. Tienen muy claro el país que quieren y donde ellos se encuentran muy bien.
EliminarTodo lo demás es populismo, abrir heridas, radicalismo, extremismo, rompeespañismo, anticonstitucionalismo..
- Y si no están de acuerdo, que se vayan.
Si es necesario y por el bien de España, nos volveríamos a quedar con sus trabajos y sus patrimonios y.... ¡¡aquí no ha pasado nada!!
¿O ha pasado algo...?
Pregunta era la retórica —y disculpe tanto oyente que con cierto interés nos sigue (quizá, aunque si bien lo dudo)—, si confundo con frecuencia el sujeto con el predicado, el nominativo con el acusativo, la velocidad con el tocino y hasta el culo con las témporas. Pero me se cuece la sangre contemplar este solar patrio (lo de solar va sin segundas, ¡palabrita del niño Jesús!), tan yermo y desolado —que antes hasta fue Itálica famosa—, hoy mustio, deshojado, reseco y baldío, como barbecho castellano que ni las mulas ni los bueyes, que antaño tanto lo hicieran, y ni ellos abonan ya.
EliminarSurjan los Unamunos, surjan los Leones Felipe, los Ortega y Gassets, los Brassens y los Serrats, los Pacos de Lucía dormidos y los Sabinas insomnes … a qué esperan para despertarnos con su palabra escrita, pronunciada o cantada y alinearnos junto a ellos en los ejércitos de los desposeídos, de las prostituidas o maltratadas, de los olvidados y miserables, refugiados y precarizados mendigantes de “mos-de-un-empleo-que no daré-guerra-señor”.
Me pillas, oh, Paco, en mi hora loca, pero es que vivo sin vivir en mí, y tan alta vida espero que muero porque no muero.
No puedo menos que seguirte, amigo Amador, y unir mi voz a la de tu hora loca, más cuerda que la voz del coro de curas, barberos, bachilleres y demás "moderados" que nos gobiernan y ocupan el sepulcro de aquel loco, cargado de razón, que grita todavía por las tierras de España, libertad y justicia..
EliminarQue vengan los Cervantes, los Quevedos, los Goyas, los Unamunos, los León Felipes, los Miguel Hernández, los Federicos G. Lorcas, los Antonio Machados...
Que vengan todos, que nos despierten y nos pongan en marcha en busca de un país que merecemos, que ellos quisieron y nosotros soñamos. Como sueña el desierto con el agua y el hambriento con el pan.
Y si el coro de bachilleres y moderados afirman que ese país, el nuestro, es imposible, hay que gritar que mienten y apartarles, si es necesario a empujones, para seguir avanzando...Sin miedos y, como diría Don Miguel, siguiendo la luz de nuestra estrella refulgente y sonora...
... refulgente y sonora ...!!!
EliminarEs importante saber que no se está solo.
Me temo, y no pretendo aguar la remembranza, que todos aquellos a los que esperáis, esperamos, que reaparezcan, aunque sea con otros nombres, para ir a por el país con el que soñamos desde hace generaciones, que tampoco tuvieron, cuando hablaban en directo, un éxito, al menos temporal, más allá de unos años de república; poca cosa para tantas visiones esperanzadoras. ¡Suerte esta vez!!!
ResponderEliminarMe temo, Eduardo, que llevas razón muy a pesar tuyo. Pero una hora loca es eso: loca
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