Amigo Amador, te envío
esta > carta abierta < enviada a la comisión gestora del PSOE. No soy tan ingenuo
como para creer que me vayan a tomar en cuenta cuanto digo pero creo que estoy
obligado a hacerlo. Callar es otorgar y eso no me va.
Un abrazo,
Gracias por tu confianza, amigo Juan José.
ResponderEliminarHe leído con fruición hasta la última coma de tu nítido y bien razonado escrito a la CG del PSOE. Se nota en cada línea de él, destila cada uno de sus párrafos el amor y la entrega a la más noble causa a que un humano pueda dedicar su impulso vital: tratar de mejorar la vida de los demás y alargar la mano a quienes se debaten en el pozo de la insuficiencia.
Espero y deseo de corazón que tus éxitos tanto como tus amarguras hayan compensado ese tu valiente anhelo, y estés en paz contigo mismo y con el mundo. Aprovecho para darte las gracias a ti, y a muchos como tú, que dejando de lado su propio beneficio despreocupado nos habéis mejorado y asegurado una vida mejor para nosotros y los nuestros: sois el mejor activo de que disponemos.
Dicho esto, que es lo importante, añadiré para concluir que todo lo que expones me parece llana y simplemente la pura verdad, la realidad objetiva que nos cuesta admitir y más aún digerir. Ahí surgen los problemas: cuando lo que percibo sesga mis ilusiones o necesidades, lo disfrazo. Y aquí no pasa nada, la vida sigue igual. Me impactó la frase que en el 15M, y a solo un metro de mí, oía corear una y otra vez, un día y al siguiente, “PSOE y PP la misma …”, etc. Tú la citas al menos dos veces. La he pensado y repensado desde entonces, y creo que en demasiados aspectos ambos se confunden. Somos muchos los que deseamos vivamente que el Partido Socialista se reencuentre con sus votantes, por encima de baronías y aparatos. Ojalá sea pronto así.
Cuando Amador me comentó que había recibido la carta abierta de JJ, le pedí que me la enviara. Bien hecha su publicación en el blog. Por lo que sé de oídas, no debe de ser él el único militante del PSOE que conoce la verdad y la reconoce públicamente. Tienen trabajo para rato; es como si, además del marxismo, hayan ido dejando en el camino jirones grandes de su propia historia; sobre todo, desde la inmersión en las leyes del mercado libre. ¡Suerte!
ResponderEliminarGracias, Cheché, por tu sinceridad y comparto el dolor con que describes la situación de Psoe. Soy bastante ingenuo y por eso espero que la Comisión Gestora oiga éste y otros muchos testimonios de socialistas comprometidos y preocupados y convoque cuantos antes el Congreso para que podamos conocer las lineas maestras del nuevo Psoe.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo
Ernesto
He leído con mucho interés y muy atentamente la entrada de JJH. Coincido con su análisis sobre el psoe y pienso que son muchos los socialistas y ciudadanos que también coinciden con él.
ResponderEliminarDespués de tantos años de amistad, creo comprender bien los sentimientos de JJH y hasta qué punto es "amarga su verdad".
Ha sido largo el autoengaño y la mentira en el psoe. Sin lugar a duda, es posible salir de ese círculo vicioso, pero será tan difícil como deseable conseguirlo.
El psoe ha ido abandonando sus puntos de referencias más vitales para que pueda ocupar hoy el espacio político de la izquierda.
El cante viene de lejos. En el mitificado congreso de Suresnes, el psoe de Felipe González (con métodos muy dudoso y el apoyo de la poderosa socialdemocracia alemana) logra hacerse con las históricas siglas del partido que, en tiempos muy difíciles, el psoe republicano de Rodolfo Llopis había mantenido en el exilio. Entonces, se abrieron heridas crueles, muy profundas y dolorosas que no es el momento de detallar.
En el congreso del 79, después de la dimisión de Felipe González sin aceptar negociación alguna con quienes habían conseguido la mayoría en el congreso, el psoe se abraza al dogma de "la mano invisible del mercado" y sustituye la democracia interna del partido por el líder carismático. De aquella época es aquello de "quien se mueva no sale en la foto" y "cuidado, porque fuera hace mucho frío".
El último mensaje del vergonzoso comité federal donde se fuerza la dimisión del primer secretario general, elegido democráticamente por todos los socialistas, es muy claro también.
En esta ocasión, ya no se ha tenido ningún pudor en ocultar los medios utilizados: Todos los disponibles para que el régimen del 78 pueda seguir funcionando. Si es necesario elegir entre el psoe y el régimen, no hay dudas que "por patriotismo, sentido de la responsabilidad y por los intereses de España" el psoe de Felipe González elige el mantenimiento del régimen, aunque el sistema se esté cayendo, podrido por la corrupción.
Es posible, sin duda, que el psoe salga de este círculo vicioso de mentiras, pero será muy difícil. Lo deseo tanto como tú, querido amigo y si, así fuera, volvería a votarle. Temo quedarme solamente con mi deseo, aunque estoy seguro de nuestra amistad,