domingo, 15 de octubre de 2017

Carta a un amigo catalán

Querido amigo, 

Nos conocimos en Tarragona en 1976, si no me equivoco a finales del mes de marzo. Yo acababa de llegar a mi primer destino como funcionario. Fue aquel un tiempo de incertidumbre pero lleno de  esperanzas. Participamos, con otros muchos compañeros, en todos los actos de resistencia a la dictadura en un mismo proyecto común. Gritamos juntos hasta perder la voz: "Llibertat. Amnistía. Estatut de autonomía". 
 Es verdad que entonces, no pensábamos que la ley de amnistía se iba a aplicar a los torturadores del franquismo y a convertirse en la última barrera jurídica para mantener la impunidad de tantos crímenes.  Esa realidad la fuimos aprendiendo dolorosamente con los años. Entonces, cantábamos en catalán y en castellano, porque las dos lenguas nos unían en la misma libertad. Convencidos, defendimos la ruptura con la dictadura y una España diferente sin muertos en las cunetas, abierta a Europa, identificada con los valores republicanos de libertad, igualdad y fraternidad.
A comienzo de los años ochenta, para ti y para mí era ya evidente: Habíamos perdido la batalla política de la ruptura, aunque afortunadamente España se alejaba de sus tiempos más sombríos y entraba en un espacio de libertad y de prosperidad, desconocido hasta entonces.
Tú volviste de Madrid a tu querida tierra catalana. Yo abandoné toda actividad política y desde hace ya treinta años vivo en Bruselas. 
A partir de entonces, nuestro proyecto político ha sido diferente. Tú estás honestamente convencido que Cataluña siempre será un conflicto dentro de España y que no tiene sentido mantenerse en un conflicto permanente. Yo sigo defendiendo  un proyecto común y un pacto de lealtad mutua, desde la solidaridad. Los dos sabemos la diferencia que nos separa. 
A partir del lunes, no sé qué pasará. Pero estoy seguro que mantendremos tantas cosas que nos han unido y nos siguen uniendo en un abrazo de sincera y fraterna amistad.

2 comentarios:

  1. Estos sí son los sentimientos mayoritarios en España y en toda Europa. Enhorabuena por tan bella evocación. Olé tu pluma!

    ResponderEliminar
  2. Tengo amigos catalanes y también independentistas valencianos. Hace muchos años me llevé una bronca pública soberana por poner a caer de un burro el libro de Fuster "Nosotros, los valencianos" (lo hice sobre la edición castellana, en Mundo Social, a petición de Carlos Giner); no vale, decía en resumen, tergiversar la historia para montar un tinglado político independentista. Con todos ellos, u nos y otros, en valencia sigo teniendo relación de amistad, y he asistido a la cena anual de jerifaltes separatistas valencianos. Espero que los catalanes me traten con la bonhomía que vive en tu carta, Paco.

    ResponderEliminar

Gracias por opinar.