Esta mañana he leído con gusto pero con crítica el artículo
que mi admirada Maruja Torres en El País.
Luego a medio día me asomo a mi querido blog y leo lo
publicado por la Vanguardia de la mano de Paco Luna e inmediatamente leo la respuesta de Amador.
No, Maruja, el “apatridismo” hoy día es el lujo que nos
podemos permitir algunos que tenemos un “papel” que nos da la seguridad de
poder incluso decir que nos sentimos apátridas. Hay muchos que mueren y sufren
por no tener ese “papel” porque no siendo ciudadanos de nada ni siquiera pueden
pensar en ser ciudadanos del mundo. Y para poder construir la Ciudadanía del
mundo sin caer en los totalitarismos es necesario que ese TODO MUNDIAL al que
aspiras, y yo contigo, sea el resultado de la adecuada interacción entre sus
partes, para lo cual son necesarias las partes, naciones constituidas por ciudadanos,
porque el todo sin las partes no es más
que un concepto vacío y peligroso.
El problema no son las patrias ni las naciones, sino las
patrias y los nacionalismos que se consideran el ombligo de TODO, y configuran en
su cabeza el Todo en función de su pequeño todo, incapaces de comprender que su
todo no es más que una pequeña parte.
Creo que lo que quieres es que entre todas las partes
podamos llegar a ser TODOS UN TODO COMO CIUDADANOS DEL MUNDO.
Como escribió Almudena:
El todo puede ser mayor, menor o igual que la suma de las
partes, todo depende de la interacción que se establezca entre estas últimas.
Pensad bien en lo que acabo de decir porque ésta es una frase muy importante, y
lo es en sí misma y porque desemboca en esta otra, sólo podemos afirmar con
certeza que el todo es igual a la suma de las partes cuando las partes se
ignoran entre sí.
Almudena
Grandes. El corazón Helado. pag. 123 y 143-144. Tusquets editores, Barcelona.
2008
La lectura del texto que nos presenta Paco efectivamente
puede ser suscrito de muy diversas formas, porque tiene muchos todos y partes
en los que puede ser considerado. Partir del supuesto de que LOS CATALANES
TIENEN AHORA LA PALABRA… cuando llevan 40 años de democracia
haciendo elección tras elección… es una consideración de los catalanes (todos)
que supone … ¿Qué antes los catalanes no
la tenían? O ¿solo una parte? ¿Qué actitud ha tenido La Vanguardia ante el
hecho de los catalanes que, durante años, se les ha mutilado el uso de la
palabra?
Amador hace bien en no callarse. Porque los españoles
supongo, catalanes o no, también tienen la palabra ante una situación como la
que se ha generado en Cataluña; ¿o no la tenían antes y ahora sí, o antes sí y
ahora no?
Por cierto hablamos de Cataluña, ¿como un todo divisible o
indivisible; o como un compuesto de partes divisibles o indivisibles?
Seguramente el futurado (invención que se aplica a lo que
iba a ser en un futuro que no llegó) ministro de economía Junqueras se quedó
tan ancho diciendo: solo se han ido 1.900 empresas de Cataluña; añadiendo que
quedaban unos cuantos miles más, poniendo como relación solamente el número y
obviando cualquier otra relación.
Sin embargo se ha pasado muchos años diciendo y exigiendo que:
solo tienen derecho a decidir los catalanes, obviando que catalán tiene una
relación intrínseca con español y hay muchos catalanes españoles a los que se
les considera de 2ª.
Lo que demuestra que se puede llegar a ser ministro y no
tener pajolera idea del sentido de la realidad por no distinguir el todo y las
partes y el solo y el todo.
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