domingo, 29 de octubre de 2017

DE NACIONALISMOS Y PATRIAS

Esta mañana he leído con gusto pero con crítica el artículo que mi admirada Maruja Torres en El País.
Luego a medio día me asomo a mi querido blog y leo lo publicado por la Vanguardia de la mano de Paco Luna e inmediatamente leo la respuesta de Amador.

No, Maruja, el “apatridismo” hoy día es el lujo que nos podemos permitir algunos que tenemos un “papel” que nos da la seguridad de poder incluso decir que nos sentimos apátridas. Hay muchos que mueren y sufren por no tener ese “papel” porque no siendo ciudadanos de nada ni siquiera pueden pensar en ser ciudadanos del mundo. Y para poder construir la Ciudadanía del mundo sin caer en los totalitarismos es necesario que ese TODO MUNDIAL al que aspiras, y yo contigo, sea el resultado de la adecuada interacción entre sus partes, para lo cual son necesarias las partes, naciones constituidas por ciudadanos,  porque el todo sin las partes no es más que un concepto vacío y peligroso.
El problema no son las patrias ni las naciones, sino las patrias y los nacionalismos que se consideran el ombligo de TODO, y configuran en su cabeza el Todo en función de su pequeño todo, incapaces de comprender que su todo no es más que una pequeña parte.
Creo que lo que quieres es que entre todas las partes podamos llegar a ser TODOS UN TODO COMO CIUDADANOS DEL MUNDO.

Como escribió Almudena:
El todo puede ser mayor, menor o igual que la suma de las partes, todo depende de la interacción que se establezca entre estas últimas. Pensad bien en lo que acabo de decir porque ésta es una frase muy importante, y lo es en sí misma y porque desemboca en esta otra, sólo podemos afirmar con certeza que el todo es igual a la suma de las partes cuando las partes se ignoran entre sí.
Almudena Grandes. El corazón Helado. pag. 123 y 143-144. Tusquets editores, Barcelona. 2008

La lectura del texto que nos presenta Paco efectivamente puede ser suscrito de muy diversas formas, porque tiene muchos todos y partes en los que puede ser considerado. Partir del supuesto de que LOS CATALANES TIENEN AHORA LA PALABRA… cuando llevan 40 años de democracia haciendo elección tras elección… es una consideración de los catalanes (todos) que supone  … ¿Qué antes los catalanes no la tenían? O ¿solo una parte? ¿Qué actitud ha tenido La Vanguardia ante el hecho de los catalanes que, durante años, se les ha mutilado el uso de la palabra?
Amador hace bien en no callarse. Porque los españoles supongo, catalanes o no, también tienen la palabra ante una situación como la que se ha generado en Cataluña; ¿o no la tenían antes y ahora sí, o antes sí y ahora no?  
Por cierto hablamos de Cataluña, ¿como un todo divisible o indivisible; o como un compuesto de partes divisibles o indivisibles?

Seguramente el futurado (invención que se aplica a lo que iba a ser en un futuro que no llegó) ministro de economía Junqueras se quedó tan ancho diciendo: solo se han ido 1.900 empresas de Cataluña; añadiendo que quedaban unos cuantos miles más, poniendo como relación solamente el número y obviando cualquier otra relación.
Sin embargo se ha pasado muchos años diciendo y exigiendo que: solo tienen derecho a decidir los catalanes, obviando que catalán tiene una relación intrínseca con español y hay muchos catalanes españoles a los que se les considera de 2ª.


Lo que demuestra que se puede llegar a ser ministro y no tener pajolera idea del sentido de la realidad por no distinguir el todo y las partes y el solo y el todo.

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