Paradojas de la vida
Cuando conceden a R.H. Thaler el Premio Nobel por considerar que factores diferentes a la racionalidad económica son decisivos y deben integrarse en el estudio del comportamiento de los mercados, los políticos tienen serias deificultades en comprender que otros factores, diferentes a los económicos, son decisivos en el ciudadano para decidir su voto y sus preferencias políticas.
Prueba, otra más, de que demasiados políticos viven en las burbujas de sus conciliábulos. No van a los mercados y menos a mercadillos, ni fichan en empresa alguna a la entrada y salida del trabajo (la mayoría no lo ha hecho en su vida), ni frecuentan los parques públicos para alternar con mamás y papás en ellos. No viajan en transportes públicos. Les compran el pan que comen a diario y se pierden los comentarios de panadera/o. No hacen cola ante las taquillas de los cines.
ResponderEliminarEn fin, coleccionan tantas ausencias de la vida ciudadana que acaban siendo hiperciudadanos de superciudades que solo existen en su imaginario. Que venga San Roque, lo vea y sobre todo que nos eche una mano.