jueves, 1 de febrero de 2018

Cebolletas

Escribía ayer Manuel Cruz (Sobre los intelectuales-cebolleta, EL PAÍS, pg. 13) que la definición de intelectual se podría resumir así: aquel que tiene algo que decir.

No tanto por la inteligencia o formación de quien lo dice como por la carencia de quien le escucha y a quien acompañaría en su descubrimiento personal, en su individual ‘¡eureka, lo encontré!’.

Según lo cual todos seríamos de alguna manera —si me lo permitís— intelectuales en la medida que intercambiamos ayudas mutuas casi constantes para ir sorteando los avatares de la vida con la mejor fortuna posible. Pensemos por ejemplo en la educación en general y la parental en particular. Tú me mapeas y orientas que yo hago lo mismo contigo ahora que ya soy adulto. En el mejor de los casos pero también en el peor de ellos: eso que dices o que haces no me vale. Por ahí, no. Lo cual también es de agradecer.

Creo que no hay que olvidar nunca que es imposible en la inmensa mayoría de los casos constatar o discernir y menos cuantificar qué y en qué influimos a otros o viceversa. Lo que no deja de hacer más misteriosas y atractivas nuestras vidas.

Y hablando de vida, vivimos ahora, creo, unos tiempos raros en que la intelectualidad oficial parece brillar por su ausencia. O se une en plataformas para reforzarse con muchos cientos de firmas o piensan —quizá con razón— que no nos llegan los ecos de sus eureka (las redes arman más bulla, es más divertida y como pensar requiere silencio y esfuerzo pues eso).

Como ejemplo de ello citaré, y con ello os dejo descansar si hasta aquí habéis llegado —que tengo serias dudas—, la participación en nuestro blog JubJub. Observo que desde que el malhadado procés se fue desenrrollando, el índice, de participación digo, tiende a cero.

Quizá no tenemos nada que decir. Quizá nos da pereza invencible decirlo. Quizá la decepción nos ha vencido. Quizá digo pues no lo se, renunciamos a ser intelectuales, lo que es muy respetable por supuesto.

5 comentarios:

  1. Muy bueno.
    Pero sí, tienes razón se habla poco ya del proceso, ya hablan bastante los interesados que son muchos, sobre todo en el dinero que éste afloja.
    Yo al principio pensé: mucho ruido y pocas nueces y no creo que después de tanto tiempo haya cambiado mucho la situación a la de antes de octubre 2017.
    Ya parlarem.
    Chema GUADA

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  2. Sobre "el procés", no tengo nada más que decir sin repetirme, aburrir y aburrirme...
    Es posible que las cosas cambien pero, por el momento, busco otras temas de interés para "intercambiar ayudas mutuas, casi constantes, para ir sorteando los avatares de la vida con la mejor fortuna posible"

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    1. A ver, que el hecho de citar el raca-raca del procés fue accidental, porque coincide en el tiempo con el incremento de nuestros silencios escritos. Pero yo me refería a todo (menos a ello, quizá).

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    2. En mi caso, el silencio ha coincidido con un largo viaje a Etiopía y Zanzíbar. Un viaje rico en experiencias, muy alejadas de los temas de interés en nuestro país y que, una vez más, me ha mostrado mi gran ignorancia de ese continente tan diverso que llamamos Africa.

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  3. Por eso estamos esperando tus.....experiencias

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Gracias por opinar.