viernes, 2 de febrero de 2018

PELANDO CEBOLLAS

Llevo algún tiempo cargando en la conciencia el problema que ha suscitado Amador; y no me refiero al procés sino a la “intelectualidad jubjubera”, tan importante para la Humanidad y tan bien escrita por Manuel Cruz.

La primera respuesta sincera que se me ocurre es que me estoy sintiendo perezoso, tanto para leer como para escribir. Incluso, a veces, hasta para vestirme para montar en bici; bien es verdad que, una vez que me he disfrazado y descuelgo la máquina, la pereza desaparece por el gusto.

Así que intentaré encontrar el disfraz adecuado para superar la pereza "intelectual" que me corroe, jajaja. Alomojó el pijama mañanero.

Pero quiero confirmar la  “experiencia intelectual” que expone brillantemente Amador en su “Cebolleta”.
En un momento de atribulada situación hablé con mi querido Remigio. Y pude tener ni más ni menos que esa experiencia intelectual jubjubera (que expone M. Cruz) y que me ha servido para sufrir el “catacoñazo” con cierta tranquilidad y sin alarma excesiva.

Hoy puedo confirmar que entre ambos logramos un punto de vista que en definitiva puede resultar “refinitivo”: llegamos a la conclusión de que probablemente el final del procés podría venir de la mano de los enfrentamientos entre los propios unilateralistas en sus diversas relaciones independentistas mas que de......otras cosas. 

Creo que…...algo de eso..... hoy día estamos en...

Lo que confirma la “cebolletera” genialidad de jubjub y la preclara denuncia de Amador.

Nota: “Refinitivo” es un término nuevo que me gustaría introducir y proponer a la RAE. ‘Definir’ termina un debate o una cuestión porque queda aclarada conceptualmente; se termina por una “definición”.
‘Refinir’ termina una cuestión porque se ha rematado; es que ya no hay nada que hacer.


1 comentario:

  1. Me lloran los ojos con tantas cebollas y cebolletas peladas estos días últimos pero lo celebro mucho. Permitidme defender con argumento capcioso a la virtud de la pereza que, en nuestro caso, lo es y grande después de bastantes décadas volcados en arduas labores, ora fueran paternales, ora maritales, ora laborales y ... ora pro nobis (que de eso también hubo y no poco).

    Tomémonos, pues, con calma cualquier menester relacionado con escrituras, con noticias de continentes ignotos, chascarrillos o vanalidades políticas (ojalá hubiera políticas distintas de las vanas). No sea peor el remedio que la enfermedad, que remedios los tenemos bien ganados todos y las enfermedades —vade retro, satanas!— de esas, malditas sean, ninguna. Así que el quiera permanecer alerta y de guardia, allá él, que lo esté a.m.d.g., y el que no, a contemplar los lirios del campo (es solo un ejemplo entre mil).

    Ja ja ja ...!

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