miércoles, 21 de marzo de 2018

Cristóbal Soriano

"Este barcelonés se ha marchado, tal y como vivió, sin hacer ruido y rodeado de sus seres queridos en un hospital de Montpellier (Francia). Soriano ha fallecido, como la mayor parte de sus compañeros, en el exilio francés del que jamás regresó salvo para visitar a su querida familia de Barcelona o asistir a los escasísimos homenajes que le brindó la patria por la que entregó su juventud y buena parte de su vida.  Junto a cientos de miles de soldados franceses, británicos, holandeses y belgas, el barcelonés y otros 10.000 españoles fueron capturados por los nazis en junio de 1940.
Mirando siempre hacia España le dolía el olvido y hasta, en ocasiones, el desprecio con el que nuestro país le trató tanto a él como al resto de víctimas españolas del nazismo. Solo la Generalitat y el Parlamento catalán le rindieron, ya bien entrado el siglo XXI, el homenaje que tanto merecía.
De hecho hace 30 meses, con 96 años a sus espaldas, regresó por última vez al campo de concentración con motivo del 70 aniversario de la liberación. Allí escuchó al entonces ministro de Asuntos Exteriores de Rajoy prometer que el Estado brindaría inmediatamente el reconocimiento que le debía a lo deportados españoles. Dos años y medio después,  Soriano  ha muerto sin ver cumplida aquella solemne promesa. Su familia trasladará sus cenizas a Barcelona para que, tal y como él deseaba, reposen allí para siempre"(Eldiario.es, 21/03/18)
Nota del copista:
A este copista le produce una gran tristeza ver que se deja pasar el tiempo sin hacer nada, desviando la mirada o negando los hechos por ignorancia, comodidad o mala voluntad, mientras compatriotas como Cristóbal Soriano mueren sin el reconocimiento debido de la tierra que los vió nacer. Con una memoria tan usurera, nunca nos será posible un presente digno y un futuro sin perderse en "laberintos de fantasmas históricos"
Si te interesa este tema, puedes clicar en el vídeo



2 comentarios:

  1. Gracias, Paco, por ayudarnos a mantener la memoria y el agradecimiento a estos honestos y valerosos española.

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    1. Poca cosa hago, amigo Ernesto, y siempre con el sentimiento en este tema, de ser pesado e incluso impertinente. Pero bueno...intento, quizás, ya lo imposible...

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