lunes, 16 de julio de 2012

¿ALGUIEN VE OTRA SALIDA?

Nota 1.- He buscado sin encontrar una imagen que simbolizara mejor el pasmo -según deduzco de lo que leo y oigo- en el que vivimos una buena mayoría.
Perplejidad, asombro y rabia se alternan con conatos de rebeldía, depresión e indignación en los rostros de casi todos mis interlocutores. Supongo que en el mío propio pues ninguna de las causas que provocan esas reacciones me son ajenas. A ver qué opina quien estas líneas lea:

Tratamos de evitar lo que probablemente fuera una buena solución, que nos rescaten como país y nos intervengan como estado.

Los que nos gobiernan tratan de asustarnos con el argumento de que eso sería mucho peor. Sospecho que el argumento verdadero es que ellos mandarían aún menos; si eso es posible, que lo dudo. Y me formulo dos cuestiones para terminar:

1.- Dado que nuestras instituciones políticas, legislativas, judiciales, empresariales y financieras han quebrado (o están a punto), ¿pueden sus élites volver a generar empleo?

2.-  Si pensamos que deberíamos dirigirnos con prisa pero sin pausa hacia los Estados Unidos de Europa (USE), ¿no están más cerca de esa única soberanía quienes van siendo ya intervenidos?

Mi respuesta personal a la 1ª cuestión es NO; a la 2ª, SÍ.

Nota 2.- De hecho un primer paso para España está plasmado ya en el MEMORANDUM OF UNDERSTANDING ON FINANCIAL-SECTOR POLICY CONDITIONALITY (MoU). Entiendo por ‘soberanía única’ la emanada de elecciones libres y democráticas con partidos europeos –no nacionales- en un único ámbito conocido como UE para ocupar una única Casa Blanca (bis).

4 comentarios:

  1. La cuestión es muy interesante e importante. Lo que falta es la conciencia de esa unidad supranacional. En varios escritos críticos con la situación comparada de Europa-Usa he leído cómo el problema de España, comprable al de algunos estados del sur de Usa, en Usa se soluciona porque tienen una autoridad política y monetaria y algunas cosas se resuelven dando a la maquinita de los billetes, es decir, devaluando. En Europa es evidente que mientras a unos países les interesa devaluar (España por ejemplo) a otros no. Es por tanto un problema de decisión política de una unidad superior a la económica. Eso es una cosa, pero la otra es ¿quién le pone el cascabel al gato? Una conciencia internacionalista como decían los marxistas de un proletariado internacional (sea ahora una conciencia universal del trabajo) ¿haría posible la asunción de los políticos de esa unidad europea?

    Mi opinión: nos hemos acostumbrado a vivir demasiado tiempo sin una conciencia de lucha "anticapitalista" que conciba siquiera el problema arriba planteado.

    Esa sería una "mi primera intervención" para la pacomia anunciada, que espero sea "apasionante" y de "alto nivel"; no espero menos de vosotros.

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  2. Mas que lucha anticapitalista habría que decir "lucha de conciencia de clase trabajadora" o de "defensa del valor del trabajo" por encima del valor del dinero.

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  3. "... 'defensa del valor del trabajo' por encima del valor del dinero", dices, Mariano. ¿Recuerdas a nuestro ahora muy callado amigo cheroqui cuando comentaba el 29 de abril, aquello de 'tú no conocer enfermedad tuya, tú no poder curar'?

    Conocí a una familia que dispuso de mucho dinero y que, después de confiscados todos sus bienes, siguieron siendo los mismos. Solo que ahora plantaban patatas para comérselas, y una coca-cola con 4 galletas María era ... un festín. Y como tal lo disfrutaban.

    Esa es un parte de la sabiduría que se nos perdió por el camino. Pero aquella familia no podía hacer nada por recuperar el mucho esfuerzo de sus grandes trabajos. Nosotros, sí: escribir, denunciar, desentrañar, abrirles los ojos a nuestros conciudadanos, explicarles los síntomas –y las consecuencias- de la enfermedad argumentando que hay medicinas muy distintas -con más ventajas que las aplicadas (estas nos llevan a la tumba, eh!)-, salir a las calles, firmar manifiestos y exigencias de aclaraciones y responsabilidades (Internet), recortar el pago de ciertos impuestos (yo nunca he pagado la tasa de basuras de Gallardón, ya veremos …), pecar de idealistas afirmando sin descanso que nuestro futuro y el de nuestras hijos no está en sus manos sino en las nuestras, que somos el pueblo depositario de nuestra soberanía y nadie nos la va a arrebatar.

    ¿Por qué los intelectuales –tú y yo lo somos, Mariano; y todos nosotros- vamos a renunciar a nuestro papel de faro y guía en la sociedad? Dame una sola razón. No la busques, no la hay. Me consta que nuestro blog tiene más influencia de la que creemos: hay en torno a 30/40 personas leyéndolo, reflexionando, sonriendo, reenviándolo a amistades que a su vez …

    Possunt quia posse videntur.

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