José Manuel
Durão Barroso el 6/07/2012: “confío plenamente en que el Gobierno español tomará todas las medidas necesarias para aumentar la confianza en
la economía del país” (el subrayado no es mío).
Si yo fuera sastre, cambiaría de profesión con tal de huir
de la expresión ‘tomar medidas’ que, cuando la oigo en boca de malos políticos –y
qué día no-, ya me lleva los demonios. Lo confieso: mis peores demonios. Por
manida, falsa (en realidad deberían decir hachazos económicos y sociales a la
clase media-media y baja), puro parloteo y cobarde. Considero inteligentes a
quienes crean expresiones-cliché, pero incultos y comodones, o sea
estraperlistas que viven de lo que inventan otros, a quienes las repiten sin
pararse a pensar en lo que dicen. Se desprestigian, si es que alguna vez
gozaron de cierto prestigio.
Es el caso del Presidente de la Comisión Europea y el de
docenas, centenares de políticos con alto grado de responsabilidad política.
A no ser que muchas de esas ‘medidas’ que han tomado,
toman y tomarán sean precisamente las que siempre quisieron tomar sin atreverse
a ello, pero que dadas las circunstancias actuales –mire usted por dónde- se
las han puesto como a Fernando VII.
El caso de la más que posible subida del IVA es paradigmático: como el estado necesita más ingresos para pagar la creciente deuda, subirán ese impuesto indirecto. Si lo suben, bajará el consumo y cuando este merma, se retraen producción y servicios. Cuando estos se contraen, va más gente a la calle, hay menos sueldos en la calle ... baja más el consumo, etc. O sea, anti keynesianismo puro.
Por no gravar a las rentas más altas -por poner un buen ejemplo- se meten en una espiral diabólica. Pues una cosa es modernizar, adecuar y reestructurar la administración del estado y otra bien distinta retorcerle el cuello al ciudadano de a pie, al consumidor que mantiene o genera empleo (Mario Monti lo sabe).
Observo una clase política que, o sabe muy bien lo que quiere y a dónde va (Luis Candelas no tenía dudas) o está desnortada. En cualquier caso, nos estarían llevando al paredón.
Eso sí, siempre citan la insufrible tasa de paro antes de justificar tanto atraco y palo de ciego, como quien se santigua cuando sale al terreno de juego y ya va perdiendo su equipo. Ni una sola idea sobre mejora de la productividad y la búsqueda de nichos, de plataformas de empleo nuevos. Solo tienen ojos para la rentabilidad del bono español a 10 años y para la prima de riesgo, pero 'los mercados' siguen actuando como lo que son, mercados de rentabilidad y maximación de ganancias (permitidme el 'neologismo', por favor). La codicia es un concepto que se aplica a personas y no a entelequias, no a 'mercados'. Hagamos las cosas bien y las aguas de los mercados volverán al cauce donde siempre se mantuvieron y desde donde nunca nos quitaron el sueño.
Porque si no hay 'confianza', si dormimos mal, es por nuestra propia culpa y sobre todo por culpa de una clase dirigente que dudo nos merezcamos, española pero también europea en general: Merkel empieza a hacer cuentas, y ve que si nos va mal a los periféricos, la unidad central del PC tampoco funciona.
¿Quieren un ejemplo de lo que digo? Dirijan sus ojos a Don Vicente del Bosque y a la muchachada de la Selección Nacional de Fútbol de España (así, todo con mayúsculas).
Amador, lo alucinadoramente indignante es que estos tipos se "creen la ciencia económica" que recitan.
ResponderEliminarPero es que durante muchos años en las Facultades de Economía del mundo mundial, desde que los Chicago Boys triunfaron y aplicaron sus ideas de la mano de los conservadores y dictadores que en los últimos tiempos han sido, empezando por Reagan y la Tatcher se dio un giro conservador del que no nos hemos recuperado a pesar de todas las crisis habidas durante estos años de las que parece que no se ha aprendido nada: el sudeste asiático, Japón, el tequilazo mejicano, Argentina, etc. y encima el triunfo de un "pensamiento único" con la caída del Muro les ha cegado del todo a estos tipos que no entienden más que de una economía monetaria de "especulación e ingeniería financiera" creyéndose auténticamente los amos del mundo, porque, desgraciadamente han conseguido hacerse los amos del mundo.
Las voces discrepantes han sido totalmente barridas por los medios de comunicación, no digamos nada de los centros de decisión tanto políticos como empresariales.
Si dejamos "el tomar medidas" y seguimos con "el ir con los deberes bien hecho" todo el lenguaje sirve para ocultar y no para reflejar la realidad.Pero bueno, las batallas se pierden, pero no se ha perdido la guerra..
ResponderEliminarNo nos olvidemos de la "hoja de ruta". Y de lo que Rajoy repite como un mantra: "Sé lo que tengo que hacer y lo voy a a hacer", pero lo que hay que hacer lo va desgranando poco a poco, a medida que se lo piden de Franchfurt.
ResponderEliminarUn par de ideas me molestan en la cabeza:
ResponderEliminar1.- TESIS: por mor de nuestras 17 autonomías tenemos gran experiencia en logística y distribución del poder estatal soberano. Junto con Alemania, llevaríamos camino andado para los futuros y famosos EUE, los Estados Unidos de Europa. Francia constituiría la ANTÍTESIS (ojo, tienen -tenemos- un lindo problema).
2.- TESIS: Fráncfort manda, sí, Eduardo. Luego estamos cediendo soberanía; luego nos acercamos a los EUE; luego es lo que los otros 26 deberían hacer, ¿o no?. ANTÍTESIS: ¿a quién rayos cedemos tan preciada soberanía?
SÍNTESIS: Me cachis en la mar ...!