La regla de negociación aceptada era que en el el acuerdo final todos tenían que ser ganadores (es verdad que unos más y otros menos, pero todos ganadores). Así ha sido posible la aventura increíble en 1945 de la Construcción europea. Al comienzo de la crisis se abandona esta regla por primera vez y aparecen ganadores y perdedores con la pasividad de la Comisión europea, Institución responsable de la defensa de los Tratados y del interés general de la Unión. Y la ganancia de unos Estados miembros se hace sobre las pérdidas de otros. Esta forma de actuar es una novedad en la construcción europea, de consecuencias imprevisibles y que abre una brecha profunda entre ganadores y perdedores (de alguna forma, vencidos..) Está bien que el País recoja esta realidad, pero es una pena que no aproveche las elecciones europeas (como otros Estados Miembros) para crear un debate sobre Europa...abierto a todas las voces...y a todos los ciudadanos... Lejos estamos de algo parecido a un verdadero debate...Mala cosa..
... de consecuencias imprevisibles, dices: estar contigo en esa afirmación no me consuela esta vez y la incertidumbre con que nadamos en medio de esa "brecha profunda entre ganadores y perdedores (de alguna forma, vencidos..)" desasosiega al más animoso. Lo que no significa que nos echemos para atrás. Ni un paso atrás. Ni para tomar impulso.
Desasosiego ante la brecha abierta. Mayor desasosiego ante la falta de una reacción a la altura de nuestros problemas. Daniel Cohn Bendit lo dice muy bien en su discurso en el Parlamento, mientras el Señor Barroso lo contempla como si se tratara de un marciano... En España, parece que nos hemos acostumbrado de tal forma a vivir en la falsedad, que terminamos por creernos nuestras mentiras, confundiendo la realidad con nuestras alucinaciones. En Europa, la postura ante Ucrania muestra nuestra impotencia... Que a estas alturas, nuestros dirigentes piensen (si lo piensan) que Putin va a modificar un milímetro su postura metiendo nombres de personas en su ridícula lista...parece un juego de niños aburridos y más bien tontos... Recuerda (aunque no puedan compararse las situaciones) a Chamberlain y Daladier firmando con Hitler un Tratado de Amistad, convencidos que habían salvado la paz.... Y la opinión pública los recibía con aplausos en París y Londres... En fin, un paso para atrás, no. Pero inevitable la expresión de perplejidad y desasosiego...
La regla de negociación aceptada era que en el el acuerdo final todos tenían que ser ganadores (es verdad que unos más y otros menos, pero todos ganadores).
ResponderEliminarAsí ha sido posible la aventura increíble en 1945 de la Construcción europea.
Al comienzo de la crisis se abandona esta regla por primera vez y aparecen ganadores y perdedores con la pasividad de la Comisión europea, Institución responsable de la defensa de los Tratados y del interés general de la Unión. Y la ganancia de unos Estados miembros se hace sobre las pérdidas de otros.
Esta forma de actuar es una novedad en la construcción europea, de consecuencias imprevisibles y que abre una brecha profunda entre ganadores y perdedores (de alguna forma, vencidos..)
Está bien que el País recoja esta realidad, pero es una pena que no aproveche las elecciones europeas (como otros Estados Miembros) para crear un debate sobre Europa...abierto a todas las voces...y a todos los ciudadanos...
Lejos estamos de algo parecido a un verdadero debate...Mala cosa..
... de consecuencias imprevisibles, dices: estar contigo en esa afirmación no me consuela esta vez y la incertidumbre con que nadamos en medio de esa "brecha profunda entre ganadores y perdedores (de alguna forma, vencidos..)" desasosiega al más animoso. Lo que no significa que nos echemos para atrás. Ni un paso atrás. Ni para tomar impulso.
EliminarDesasosiego ante la brecha abierta. Mayor desasosiego ante la falta de una reacción a la altura de nuestros problemas.
EliminarDaniel Cohn Bendit lo dice muy bien en su discurso en el Parlamento, mientras el Señor Barroso lo contempla como si se tratara de un marciano...
En España, parece que nos hemos acostumbrado de tal forma a vivir en la falsedad, que terminamos por creernos nuestras mentiras, confundiendo la realidad con nuestras alucinaciones.
En Europa, la postura ante Ucrania muestra nuestra impotencia...
Que a estas alturas, nuestros dirigentes piensen (si lo piensan) que Putin va a modificar un milímetro su postura metiendo nombres de personas en su ridícula lista...parece un juego de niños aburridos y más bien tontos...
Recuerda (aunque no puedan compararse las situaciones) a Chamberlain y Daladier firmando con Hitler un Tratado de Amistad, convencidos que habían salvado la paz.... Y la opinión pública los recibía con aplausos en París y Londres...
En fin, un paso para atrás, no. Pero inevitable la expresión de perplejidad y desasosiego...