Estas cajas forman parte de la infancia de muchos andaluces...
Doy fe de la calidad y del sabor único de la "carne de membrillo"
de Puente Genil..
Poca cosa, quizás, comparada con otras más elevadas y divinas.
Pero puedo asegurar y aseguro que estas sencillas cajas
(latas, decíamos entonces) nos "endulzaron" la vida...
en aquellos lejanos tiempos de autarquía..
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