Blog de quienes, jubilados, tienen el júbilo suficiente para charlar sobre lo que les viene en gana.
Cegadora la claridad —queridos amigos—, y tanto que ni siquiera se precisa ser buen entendedor. Pero no hay más ciego que el que no quiere ver.
Gracias por opinar.
Cegadora la claridad —queridos amigos—, y tanto que ni siquiera se precisa ser buen entendedor. Pero no hay más ciego que el que no quiere ver.
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