domingo, 3 de abril de 2016

Cartas a un aprendiz de escéptico

Cartas que José Mª Tortosa ha escrito, fingiéndose Iván Karamazov, a su hermano Alosha. Me parece muy interesantes.

Leer aquí

EDUARDO Ferrer

2 comentarios:

  1. Estos tiempos ayudan a dudar de todo y de todos. Lo que como bien dice Tortosa, no me parece cinismo sino escepticismo. Para bien empezar el camino, la 1ª duda debería quizá versar acerca de uno mismo. Sin caer en el masoquismo. Solo para trepar a ramas algo más altas del árbol de la humildad, que quien a buen árbol se arrima, pues ya se sabe.

    Interesante lectura —bien diseñado su relato— la que propusiste, Eduardo; algo prolija para mis parámetros pero bien valió la pena. No ha mucho comentaba con otro de nuestros blogueros la dificultad de 'estar al día' y no caer en el cómodo apoltronamiento. Ese que nos va alejando de manera imperceptible de la vida real y del hoy más rabioso: eso nos iría matando a poquitos sin llegar a depositarnos en el cementerio. No voy por ahí como es obvio. Solo pretendo resaltar la belleza de descubrir, de dudar, de dejar atrás y de caminar con poco equipaje dejándose sorprender por las novedades de caminos nuevos.

    ResponderEliminar
  2. Realidad. Verdad. Bondad...
    Las cartas se leen con interés y están bien hilvanadas.
    Cómo no compartir el final " estar a favor de la duda razonable y razonada"
    Con los años y esfuerzo, se aprende que las emociones pueden engendrar monstruos, que la razón también y que la duda sobre uno mismo es tan necesaria como el aire que respiramos. Necesaria para vivir y no dejarse encanallar por el cinismo, los fanatismos y el dogmatismo..
    Dudar para vivir y dejar vivir, porque de eso se trata...



    "

    ResponderEliminar

Gracias por opinar.