Si fuera de derechas, que no lo soy, estaría
desconcertado. Si fuera de izquierdas, que vaya usted a saber, estaría
perplejo.
Salgo de mi misma mismidad y, ¿qué veo? Dispersión.
Fragmentación, que no rima con caos pero viene al caso. Dice JM Aznar que él
dejó una derecha y ahora ve tres. Antes había en España una izquierda y pico, ahora hay plusieurs. Dicen que en la variedad está el gusto pero elegir entre
tanta cantidad consume tiempo y energías. Cuando salgo de compras voy a tiro
hecho. Quizá porque existen demasiadas cosas atractivas y ello me distrae. Me
causa perplejidad.
Hay un hilo que hoy en día nos une, creo que en
profundidad, el hilo de la perplejidad. A todos, de derechas, de izquierdas y de
centro. Estamos perplejos. Expectantes. Mirando a no se qué cielos en busca de
tampoco se qué señal que no va a llegar.
Y si sobrevuelo Europa
entonces ya me caigo de trasero (de trasero, has leído bien, que intento ser políticamente
correcto). Creíamos que empezábamos a llanear y nos han puesto a escalar. Por
fortuna no tengo vértigo pero hay mucha gente que se distrae mirando el abismo.
Y el abismo atrae de forma misteriosa. Si no que les pregunten a los
flemáticos (alusión —no se si velada— a Britania).
Así que sostengo y mantengo que por fin estamos unidos
tirios y troyanos por el hilo invisible pero eficaz (no me preguntes, que no se para qué eficaz) de la perplejidad. Moderno hilo de Ariadna: algo es
algo.
Me declaro también, como ciudadano perplejo, pero sin que la perplejidad se convierta en parálisis o cinismo. Tarea no fácil, pero posible.
ResponderEliminarAcabo de intentar publicar un comentario y el sistema no me ha dejado. Y ya es la segunda vez que me ocurre que no me sale lo escrito. Y digo:
ResponderEliminarDe perplejidad en perplejidad voy andando y no me agobia. Lo que me agobia es ver a mi hija, cumpliendo 47 años en el paro nuevamente. 20 años de profesión y seis trabajos en los últimos cinco años.
Antes rematé lo dicho con algo que no me sale ahora. Lo siento.
Perplejo. Según el diccionario ideológico de Casares: dudoso,irresoluto. Según el dicc. del español actual de Seco: confuso, desconcertado. Según el etimológico de Corominas: entrelazado, sinuoso, embrollado.Los siete significados se pueden sumar, ya que "perplejo" deriva de "complejo", que a su vez deriva del latín "complexus": abrazo, enlace, encadenamiento. Mi conclusión, que ha elegido muy bien el término que puede concretar las actitud de muchos ciudadanos ante la realidad social, política y económica.
ResponderEliminarEsta perplejidad puede ser consecuencia de realidades no aceptadas. Todas las instituciones, la misma globalización, parten del supuesto real y jurídico de que las partes de esta globalización son los Estados y sus Gobiernos, cuando en realidad deben ser unas setecientas multinacionales las que controlan todo. Esta confusión también produce perplejidad.
Mariano, las grandes magnitudes macroeconómicas y la globalización desregularizada son como el cosmos: nada saben de los Panetes que viven en la microeconomía, en los microsalarios, en los micropisos, en los microtrabajos...
ResponderEliminarY si los Panetes se descuidan, a ellos que son las víctimas, se les hará responsables de la situación que viven.
Es para mirar despacio y, después, quedar perplejo ante tanto dogma y tanta teología neoliberal (por llamarle de alguna forma)