Yannis Milios, responsable de Economía y Finanza de Syriza
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P. ¿No hay en el
horizonte una salida de Grecia del euro?
R.
No. La canciller Merkel, hace un año, recordó en Le Monde que un grexit haría derrumbarse a la eurozona.
P. Pero más recientemente
'Der Spiegel' publicó que
Berlín decía tener un plan
para una salida de Grecia del euro.
R. El
propio Gobierno alemán desmintió que hubiera nada
de eso.
Pero además hay otra razón por la que Grecia no
puede
salir del euro: Syriza no quiere dejar la eurozona.
Así que
nadie quiere la salida de Grecia y no puede ocurrir.
P. Sobre esta base, ¿cómo van
a negociar con Alemania,
con la troika? ¿Qué puede
ofrecer Grecia en la mesa de
negociaciones más allá de
confiar en la buena fe de la contraparte?
R.
Primero, las negociaciones no son una guerra. Negociación
no significa que una parte quiera destruir a la otra. Tenemos nuestras diferencias, pero podemos alcanzar un acuerdo. Segundo, las negociaciones no son bilaterales entre Grecia y Alemania. Hay 19 países en la eurozona. Todos deberán jugar un papel y esta correlación de fuerzas se verá al más alto nivel europeo. Hay que negociar la estabilidad de la eurozona y tener en cuenta el lado de la demanda, no solamente el de la oferta, y no se puede continuar con la estagnación y el endeudamiento.
no significa que una parte quiera destruir a la otra. Tenemos nuestras diferencias, pero podemos alcanzar un acuerdo. Segundo, las negociaciones no son bilaterales entre Grecia y Alemania. Hay 19 países en la eurozona. Todos deberán jugar un papel y esta correlación de fuerzas se verá al más alto nivel europeo. Hay que negociar la estabilidad de la eurozona y tener en cuenta el lado de la demanda, no solamente el de la oferta, y no se puede continuar con la estagnación y el endeudamiento.
P. ¿Con el dinero con el que
contarán hasta julio podrán pagar todo, incluidas las nuevas medidas?
R. Hasta julio, sí. Queremos llegar a un acuerdo con respecto a la deuda parecido al que se le dio a Alemania en la Conferencia de Londres en 1953. Esta tiene una fuerza ética y simbólica muy importante. El momento histórico es diferente, pero el principio es el mismo: la deuda funcionaba para Alemania como una trampa de recesión. El país no podía volver al crecimiento con esta deuda y los intereses. Grecia formó parte de los países que perdonaron gran parte de la deuda entonces y le permitieron pagar el resto con una cláusula de exportaciones, parecida a una cláusula de superávit, permitiendo el llamado "milagro económico" de Alemania. Por eso tenemos que decirles a nuestros socios europeos que en estas situaciones la solidaridad debe prevalecer.
Al mismo
tiempo sabemos que hay otros métodos desde el punto de vista técnico, que
pueden llevar al mismo resultado. Sin influir en el valor de la deuda, sin transferirla de un país a otro y sin hacer que los contribuyentes tengan que
pagar.
Quizá sea una temeridad pero opino que todo está ya estudiado y sopesado. Veremos los anuncios del BCE este jueves, tan tardíos, de adquirir deuda pública. Presiento que no hay interés en dejar caer a Grecia, quizá más por prestigio de la zona euro que por solidaridad con el pueblo heleno. La deuda pública deberá ser recalificada de una manera u otra y no solo la griega.
ResponderEliminarLlama la atención las afirmaciones de los medios sobre el programa económico de Syriza, la catástrofe de una victoria electoral de este partido y las propuestas claras de Yannis Milios. Propuestas razonadas, razonables y moderadas. Si gana Syriza y negocian bien, las medidas propuestas por Milios me parecen excelentes para los griegos y para Europa. Lo inaceptable y suicida es seguir con las mismas políticas.
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