A petición del lector, Paco Molera, ahí van unos pocos que pueden ayudar a entender qué pasa hoy en Europa, removida, como en otras ocasiones (Carlos V y los Príncipes del Imperio) por los intereses germanos. Intentaré ser breve.
- CLARK, Christopher, Sonámbulos, Galaxia Gutemberg, 2014.
- MACMILLAN, Margaret, 1914. De la paz a la guerra, Turner, Madrid, 2014.
- FERGUSON, Niall, La guerra del mundo, Random >Haouse Mondadori, Debate, Barcelona, 2007.
- BAKER, Nicholson, Humo humano, Random Haouse Monadori, Debate, Barcelona, 2009.
- MACDONOGH, Giles. Después del Reich, Galexia Gutemberg, Barcelona, 2010.
- BEST, Nicholas, Cinco días que estremecieron al mundo, Pasado&Presenta, Barcelona, 2014.
- VICENS VIVES, Jaume, La crisis del siglo XX, Acantilado, Barcelona, 2013.
- BAYLY, C.A., El nacimiento del mundo moderno, Siglo XXI, Madrid, 2010.
Para tener una idea de qué piensan los alemanes después de muchos años:
- FRIEDRICH, Jörg, El incendio. Alemania bajo los bombardeos, Santillana, Madrid, 2003.
- SEBALD, Sobre la historia natural de la destrucción, Anagrama, Barcelona, 2003.
- (No encuentro uno, para mi importante, porque resume brillantemente la matanza de judíos por los nazis.Es de formato pequeño y breve; recuerdo que se lo regalé a mi hermana, viuda de un alemán; a ver si ella me das los datos. Si lo encuentro por mis estanterías, remitiré los datos. Siempre quedará Primo Levi)
Si queremos irnos más atrás:
- WATSON, Peter, La gran divergencia, Crítica, Barcelona, 2012. (añado una nota al título, por el título original inglés es The great divide. A lo largo del texto traducen por "división", pero el título lo agravan por "divergencia". Y no es lo mismo; que se dividan Europa y América no es lo mismo que exista una divergencia. Pero vale).)
- BURBANK Jane, y COOPER Frederick, Imperios. Una nueva visión de la historia universal, Critica, Barcelona, 2011.
- FERGUSON, Niall, Dinero y poder en el mundo moderno. 1700-2000, Santillana, Taurus Historia, Madrid, 2001.
- RUIZ-DOMÈNECH, José Enrique, Europa. Las claves de su historia, RBA, Barcelona, 2010.
Hay más entre los que he leído. Y muchos más que ni los conozco; basta con "ojear" las notas y las bibliografías de todos estos libros que he citado.
¿Te vale, Paco?
Eduardo, eres un fenómeno. Interesante es el saber, pero tan importante como el saber es el prodigar, hablar, gritar,... de vez en cuando salir a la calle, y sobre todo, poder votar y botar a los que estorban, que son los poderosos que no se someten al poder de la ciudadanía.
ResponderEliminarGracias, Eduardo.
ResponderEliminarY sobre la base de todo lo leído ¿qué piensas de la llamada "cuestión alemana"?
Si te apetece entrar en el tema...por supuesto.
Si recordamos que existió la orden del general Eisenhower de matar a todos los alemanes, de que existió el plan de reducir a la agricultura a toda Alemania, de que existió un movimiento de población de alemana, tras la guerra, de más de dieciséis millones de personas, etc., pues habrá que pensar: la guerra del 14 no la quería nadie, y la hubo por un incidente casi intranscendente, la del 39 fue una guerra de agresión, sí. Hoy, tras la reunificación, el nacionalismo alemán ha crecido desde el fondo de dos derrotas. Si en Versalles se hubiera hecho caso al joven Keynes, la historia no habría llevado a una segunda guerra; era muy joven, y con un caro mínimo. Le hicieron caso después del 45, y no nos ha ido mal. Hoy, a los alemanes, no a solo a los políticos, les pesa, creo, la UE: porque quieren salvar a sus bancos y su industria. La época de los imperios ya pasó; hoy el poder no es de los imperios políticos, es del capital. Hemos entrado, sin que nos avisaran, sin declaración de guerra, casi de rondón, en una plaza en la que mandan quienes detentan el capital; y los alemanes se sienten dueños del capital.
ResponderEliminarLa UE ha sido la última respuesta, en mi opinión, a la inquietante "cuestión alemana". A lo largo de su historia, la unidad alemana (siempre inacabada e incierta) encontró en su interior problemas todavía sin resolver y supuso una amenaza para sus vecinos. La "cuestión alemana" como consecuencia del espacio geográfico que ocupa Alemania y de su sentido de la identidad, ha estado muy presente en la reciente integración europea, especialmente en la creación de un mercado único y de una moneda común. Era la forma de mantener a Alemania dentro y solucionar de forma inteligente y eficaz sus peligros. El entendimiento de Francia y Alemania dentro de la UE ha sido la garantía de éxito y de estabilidad en la UE. Desde hace algunos años, Francia y Alemania mantienen las formas de un buen entendimiento cada vez con mayor dificultad, mientras las Instituciones Europeas se manifiestan incapaces de hacer frente a los problemas de la Unión. En este contexto, la vuelta de la "cuestión alemana" bajo forma geopolítica de países deudores y acreedores, me parece especialmente inquietante.
EliminarMe interesa, Eduardo, saber qué piensas de esta opinion, por toda la documentación que has manejado y porque el tema creo que también te preocupa.
Aunque lo hagamos a retazos, porque no me apetece reconstruir a lo largo de la historia reciente la cuestión alemana. Un dato más: ¿No fue la realpolitik de Schmidt, creo que fue él, una válvula de escape nueva a la misma cuestión? ¿No habían pactado, hacia 1950, Adenauer y De Gaulle no abirse a los paises del este europeo? ¿No consideraban a estos países del este europeo, ahora bajo la URSS, los causantes de varias guerras? ¿Por qué Alemania, la del Káiser, se alió con el imperio Austro-Húngaro? ¿Por qué Strauss, en Alemania, junto con Reagan, se enfrentó a la realpolitik de Schmidt? ¿La realpolitik de Schmidt no fue una manera de salirse de la Comunidad Económica Europea? ¿Qué supuso para los miembros de CEC la unión de las dos Alemanias, y no solo políticamente?¿Cuánto nos costó?¿Cuánto ganó Alemania, reunificada de nuevo?
ResponderEliminarEl sentimiento germano de necesitar más territorio, más mercado, más poder, más poder económico, ¿nace con Bismark y la primera unificación alemana, o es anterior? Mi precipitado es que Alemania sigue a su marcha, por caminos trazados desde hace siglos, porque llegó tarde al reparto de poder, y hoy lo quiere todo en la economía. No se percatará de que ese intento de acumulación y de poder económico ya no depende de ellos mismos y, en último término, la acumulación en pocas manos lleva a la destrucción de la economía
Sin reconstruir aquí la historia de la "cuestión alemana", su presencia en la política europea actual es una evidencia y Hans Kundnani acierta cuando afirma que "lo que nos deja claro la historia alemana, sin embargo, es que la solución no puede estar en una Europa dirigida desde Berlín".
ResponderEliminarNo es la solución, pero es cada vez más la realidad. Tarde o temprano habrá que hacer frente a la "cuestión alemana", si se quiere solucionar los problemas europeos. Y más vale antes que después...
Quizás los resultados de las cercanas elecciones griegas abran las puertas a un verdadero debate político sobre Europa y Alemania que me parece ya urgente, a pesar de los peligros y de los inevitables miedos.