“Por la importancia que tiene me gustaría
comprobar la información y escuchar la opinión de gente docta como vosotros: http://www.radiocable.com/wsj-fondo-ss-deuda-esp239.html
“
1.- Es casi
imposible comprobar esas informaciones.
2.- Gracias
por lo de ‘doctos’: ya te pagaré una cañita o eso y tal.
Los gobiernos,
como cualquier colectivo o persona individual, tienen —tenemos— cierta
tendencia a ocultar aquello que suponemos no va a gustar a los demás o nos va a
dejar —supuestamente— en mala situación.
Este
gobierno, de hecho, nunca habla ni de desigualdad
ni de deuda pública. Airea los datos
macro que le convienen como cualquier vendedor resalta los aspectos positivos
de su mercancía. Habla de recuperación con ciertos datos ciertos. El problema
es cuántos y quiénes se recuperan, cuántos y quiénes se depauperan. Es falso que si la economía
nacional crece y va bien, a todos nos va mejor: falso de absoluta y con
frecuencia cruel falsedad. No hay necesariamente relación lineal positiva.
Referente al
artículo del Wall Street Journal no
es novedad saber que el gobierno ha sacado dinero del Fondo de Pensiones. Y
respecto a los bonos de deuda pública conocemos el mecanismo de que el BCE
presta dinero a los bancos nacionales, que estos emplean en comprar dicha deuda:
están haciendo negocio por ahí, pues los créditos a empresas y particulares han
estado en cortocircuito. Peligrosa pescadilla que se muerde la cola pues, sobre
todo nuestras cajas, han sido rescatadas ya con 60.000 millones dinero público.
El problema
no es tanto nuestra deuda —que lo es y mucho: más de 90% de PIB— sino quién es
realmente ese deudor, quién y cómo está España.
Cuáles son sus planes de futuro
en cuanto a nichos nuevos de trabajos cualificados, de investigación, de
educación básica y universitaria, de sanidad, de reforma fiscal no cosmética,
de distribución de rentas, de competitividad no basada en en la exclusiva disminución
de las rentas salariales. De modernización de sus estructuras de cara a este nuevo siglo.
Porque
parece comprobado que un deudor con solvencia intelectual y moral, bien
formado, con ilusión por el futuro y lleno de esperanza en el porvenir, amante
de su trabajo, responsable pero sin miedo a que mañana lo despidan, está mucho
mejor preparado para pagar sus deudas que otro con características contrarias a
esas.
Pienso que
la familia media española se halla más cerca de esta segunda hipótesis (la de características
contrarias) que de la primera: y ese es mi resquemor, que además no se actúa
para remediar. En siete años de crisis no ha habido una sola reunión para tratar
de diseñar un futuro diferente del caduco heredado. Que nos condujo a donde
estamos.
O como dijo
esta semana un buen alumno “los españoles estáis llenos de ideas-tontería, me
aburrís”.
Gracias, Amador. Tu sabiduría no evita mi temida preocupación, pero me consuela un poco, el pensar que, tal vez, es posible que, a lo mejor, ..... en España está empezando un nuevo modo de entender la política que tal vez, es posible que, a lo mejor... es capaz de embridar a esta fiera indomable que está en la raíz de tantos corazones humanos y que se llama capitalismo salvaje disfrazado de "liberalismo dominante". (El liberalismo no dominante no solo no me da miedo, sino que me parece muy sano).
ResponderEliminarEstoy bastante de acuerdo con el análisis de Amador. Resulta imposible verificar la información publicada y, en particular, conocer si son razonables las actuaciones del Gobierno relacionadas con el Fondo de Pensiones.
ResponderEliminarLa situación general española obliga, cada vez a más personas, a preguntarse si el actual sistema político es capaz de resolver los graves problemas de la sociedad y de los ciudadanos. Y si no es capaz, si tiene los medios y la voluntad para reformarse en profundidad y hacer frente a la situación que se está viviendo
Constato que hasta ahora el sistema funciona con mucha dificultad y con injusticias inaceptables y que, hasta ahora, se manifiesta incapaz de reformarse en profundidad. No sé en el futuro. Me supongo que nadie tiene la bola de cristal, pero me temo que sin un cambio del sistema del 78 no será posible. Eso no quiere decir arrancar de cero y como si nada hubiese pasado o se hubiese hecho. Todo lo contrario. Supone aceptar los hechos y arrancar desde nuestra realidad y nuestra historia, sin ficciones y olvidos. Seremos capaces....?
Si no somos capaces, las dudas sobre la capacidad del sistema para solucionar nuestros problemas más vitales, seguirán siendo inevitables...y con razón.
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