martes, 17 de enero de 2017

El final de la esperanza de Stefan Zweig

The Economist del 20 de diciembre dedicaba un artículo a la actualidad de Stefan Zweig.
El país que amaba y donde fue tan querido le cerraba sus puertas. El alemán, su lengua de civilización y comunicación, se convertía en la lengua de la barbarie y quemaba sus libros. Europa, su patria espiritual, se destruía una vez más.
El 23 de febrero de 1943, con su joven esposa, pone fin a su vida. Había agotado su esperanza y consumido toda su energía.
Pocos años después, París es liberado, la reconciliación franco-alemana comienza el proceso más ambicioso de paz en el continente europeo y hoy, de nuevo, volvemos a encontrarnos, amenazantes, con todos nuestros viejos demonios.
Quizás, se afirmó demasiado pronto y sin la necesaria prudencia que la guerra en Europa era ya imposible. Al actuar de esta forma tan confiada, el principal motivo de la integración europea desaparecía.
François Mitterrand, ese viejo zorro y gran europeo, vio el peligro y dio la voz de alarma.
En su último discurso ante el Parlamento Europeo, al final de su segundo mandato como Presidente y al final también de su vida, no dudó en afirmar: "La vuelta a los nacionalismos, no nos engañemos, es la guerra. Señoras y Señores diputados, la guerra puede ser no solamente nuestro pasado, sino también nuestro futuro"
Esperemos que esta vez hayamos aprendido la lección y no sea ya demasiado tarde.




1 comentario:

  1. Paco siempre tan al día, tan profundamente ilustrado como corresponde a un miembro del Ateneo Republicano Español en Europa. ¡Un lujo para Jubjub!
    Gracias. Una reflexión muy oportuna.

    ResponderEliminar

Gracias por opinar.