jueves, 7 de noviembre de 2013

SOBRE EJERCICIOS ESPIRITUALES, CREENCIAS Y OTRAS ZARANDAJAS

Llevo unos días dándole vueltas.... ¿sí o no? Mi pedantesca vanidad me anima a exponer mis geniales estudios sobre el tema de las creencias. Mi "acreditada humildad" me dice, ¡deja de dar el rollo, Mariano! Finalmente, siguiendo el consejo que leí hace tiempo, quiero recordar que a Javier Cercas, me digo: no confundas tu orgullo luciferino con la humildad. De humildad nada. Si fueras humilde intentarías escribir el guión de una secuela de "Cateto a babor",  o de "Qué gozada de divorcio", y no escribirías los rollos que escribes.
Pero he aquí que son las siete de la mañana del día que cumplo precisamente 70 tacos de mi vida y que, prostáticamente hablando, me despierto y me viene este asunto a la cabeza y me digo: Tienes la suerte de tener un blog de amigos en el que sacas tus ideas a la luz y sabes que, como dice el "cante" de José Menese, soleares 1965: "el que "quiera que me siga y el que no con Dios se quede". Así pues, pienso y digo y enuncio mi teoría:

Lo importante no es pensar en qué creo, sino en saber qué es lo que creo; pero eso no es tan fácil.

"Creer en" es algo externo, algo que está fuera de tí y que en definitiva se impone, bien como verdad, bien obligación moral o bien como imposición social.

 "Creer que" es ver y conocer lo que está dentro de tí, en tus genes, en tu educación, en tu experiencia, en definitiva en la física que mueve tu vivir.

Lo bueno de los ejercicios espirituales y de todas esas meditaciones habidas y por haber es que son muy buenos ejercicios para "conocerse". Lo malo es que la "respuesta está dada desde el principio", no solo en cuanto al fin, sino en cuanto a los medios etc. etc.; y porque al final todo se resume en "hacer propósitos" guiados por esta respuesta que está ya dada desde el principio. Por eso si descubres que tu creencia (el modo de vida que te "sale de dentro") es que realmente lo que crees (lo que buscas en la vida, lo que empapa tu sentir, allí donde se te van los ojos) es, pongamos por caso muy frecuente, el placer del sexo y si es acompañado mejor, entonces tu propósito ha de ser de manera predeterminada, machacarte para que eso no ocurra.

¡Cuánto mejor sería que ese conocimiento reflexivo sirviera para saber guiar hacia el mejor modo de satisfacción aprendiendo a elegir el modo, el cómo, el cuándo y el con quién!

Así en lugar de una verdadera orientación para vivir mejor "tu vida" te hacen construir un "traje" y solo la suerte  de un "aprendizaje" a base de coscorrones de las experiencias habidas junto con la reflexión que la educación te proporciona (y ahí sí que ciertos ejercicios no vienen mal, como demuestran tantas horas de reflexión) así como la práctica de la vida social y cultural en la que te desenvuelves, (y ahí está la importancia de los "amigos", sobre todo los verdaderos amigos...) te hacen o permiten llegar a los 70 con una madurez que te permite mirar hacia atrás sin ira pero con comprensión, al mismo tiempo que interpretar el presente y el futuro como "una mesa de paz bien abastada".

Lo verdaderamente difícil, bajo el punto de vista teórico, y la ciencia sigue investigando en nuevas dimensiones, es ¡pero qué coño son las creencias! Sobre lo que puede ser entretenido como tema de pacomias. Mi teoría ya sabéis es que es la física, pero no la física clásica sino la cuántica que hace posible la biología molecular etc. etc. etc. y la evolución cósmica y la evolución social y cultural y ¡viva la vida y si es necesario también La Pepa! a lo mejor, sabesssss, como diría nuestro Amador, al final resulta que está Dios, ...... sin barba y sin trono, aunque si está no es al final sino en el fondo y "creo" que no necesita de nuestra creencia, culto, y adoración.

5 comentarios:

  1. La física cuántica que nos alumbró al mundo es la misma que nos desestructura cada instante. Grandioso misterio si aprendemos a permitirle que sea ella -y solo ella!- la que nos siembre semillas de mil dudas. Con las respuestas que nos vayan naciendo podremos ir tejiendo la buena vida (con urgencias prostáticas incluidas, ja).

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  2. Primero, las cosas importantes: ¡Felicidades, Mariano!
    Setenta años para la física cuántica no son nada, cuando las partículas pueden convertirse en ondas y las ondas en partículas. Cuando cualquier suceso, por muy irreal que parezca, posee una probabilidad de que suceda. Probabilidad infinitamente pequeña, pero que podría perfectamente ocurrir.
    Misterio (palabra que me gusta) y semilla de mil dudas, como dice Amador

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  3. ¡Enhorabuena por esos 70 añazos, que yo ya voy a dejar de tener para adentrarme en los 71 muy pronto! Siento no poder estar en Sevilla para darme un buen abrazo. Renuncié a la severa fe católica hace ya unos años y ahora me está gustando la simpática iglesia patólica, diseñada por Leo Bassi. ¿Qué te parece, a mis años?

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  4. Juan Antonio Martínez de la Fe (Las Palmas GC) comenta que:

    Ayer leí un artículo que, al parecer, es de Mariano. Lo digo porque sigo sin poder reconocer a cada uno de los autores de los textos o comentarios que aparecen; incluso, me parece, en ocasiones, que hay personajes imaginarios. Pero a lo que iba. Ese artículo me llamó la atención. No logré entender bien qué quería decir; probablemente, quienes le conocen y tratan, sabrán interpretar mejor su intención. Si lo conocí, no lo recuerdo. Pero, entre todo lo que en su texto había, me pareció que, probablemente, le podría gustar un libro que leo actualmente; se trata de Evolucionarios, de Carter Phipps, editado por Kairós.

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  5. Mariano o Manín, p'a los amigos, promoción toledana del 60, ese soy yo. Oficialmente Solís Camba de apellidos, ex-profe de filosofía, me ha interesado durante un tiempo el tema de las creencias, porque eso de creer le ha parecido algo muy gordo e importante. Y después de dedicarle un buen tiempo se ha confirmado en su importancia "ignota" e "ignorada", que ahora parece que la ciencia empieza a meter algo de mano en el asunto de la cuestión. Misterio, ciertamente, pero no de fe; y, seguramente a pesar de todo, así seguirá siendo por los siglos de los siglos, afortunadament; pues más miedo me da pensar que dejara de serlo, que mantenerme yo y la humanidad en perpetua ignorancia..

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