Ayer, 8 de marzo, día de las mujeres trabajadoras, tuve la oportunidad de ver su fuerza y valentía expresada en unos golpes rítmicos, contundentes, llenos de rabia sobre unos tambores durante la manifestación. Alegría, decisión, fuerza, expresadas con ese tam tam que te penetra los sentidos y te subyuga.
Durante mucho tiempo seguí, sin sentir el cansancio, ese ritmo que pide justicia e igualdad.
Algo de lo que vi lo recogí con mi móvil, aquí.
https://youtu.be/pROt4APfaW0 por si lo quieres ver.
Gran testimonio, Manuel. Es impresionante que media humanidad tenga que reivindicarse aún como igual y libre frente al mundo entero. El entramado patriarcal está ya muy erosionado pero aguanta: poder y dinero, para entendernos, sazonados de pereza y miedo. Creo, no se.
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