JHS
[23] PRINCIPIO Y FUNDAMENTO
El hombre es criado para alabar,
hacer reverencia y servir a Dios nuestro Señor y, mediante esto, salvar su
ánima; …
Confieso
haber realizado estos Exercicios una
docena de veces. La primera de ellas con 15 años, la última con 26. Con
duraciones variables: 4, 7 y 30 días.
A la edad de 51 años me sentí atraído por el Nuevo
Testamento de forma fortuita y por una de esas casualidades que tiene la vida.
Traducido por J. Mateos y L. Alonso Schökel, lo iba
leyendo como una apasionante novela que temía terminar porque … dónde
encontraría yo algo similar. Habiéndolo leído en bastantes ocasiones, quedé tan
impresionado que no puedo apartar de mi mente la idea de que me había asomado a
él por primera y única vez. Junto con el estudio bastante profundo –creo– del
universo y la materia, estas dos inmersiones dieron un vuelco radical a mi
vida. Creo.
Pero no desde luego los Exercicios ignacianos que considero un fantástico manual de
psicología profunda y de ascesis (reglas y prácticas encaminadas a la
liberación del espíritu y el logro de la virtud, R.A.E.).
Cuestiones
abiertas:
1.-
Alegre la definición de la R.A.E. que no matiza ni a qué liberación de qué espíritu ni a qué virtud se refiere. Por ejemplo, ¿consideraría la castidad la R.A.E.
una virtud?
2.-
¿Qué tienen en común los Ejercicios y los Evangelios aparte de que los dos escenarios
comparten ciertos personajes?
3.- Tengo muy
presente el imprescindible considerando de la diferencia
abismal entre las mentalidades del S. XVI y la del S. XXI. La afirmación de partida –que fundamenta
el resto de la gimnasia espiritual que San Ignacio propone– de que el hombre es criado para alabar, etc., ¿sería de recibo para un
cristiano de los siglos I, II, III, … XX, XXI?
4.-
¿Tiene sentido la pregunta por la existencia de Dios? Y en caso afirmativo
cuál. En mi caso personal, la respuesta es ninguno.
………………….
(Escritas estas cosas más que nada como reflexiones personales
y por dar que hablar).
No entiendo el punto 4.
ResponderEliminar¿Por qué no tiene sentido la pregunta por la existencia de Dios?
Creo que la pregunta de Paco merece una meditada respuesta. Para no andarme por andurriales mi primera cuestión es:
ResponderEliminarDebemos aclararnos en "qué entendemos por creer en Dios".
¿Lo tenemos realmente claro tanto respecto a los que dicen que creen como a los que dicen que no creen; así como los que creen que creen y los que creen que no creen?
Porque para el que cree, la pregunta no tiene sentido.
Para el que no cree, la pregunta tampoco lo tiene.
Y el que duda, seguramente es que está hecho un lío porque cree que cree o no cree que cree etc.
La cuestión que plantea Amador a mí me parece mucho más interesante:
¿Por qué el mensaje del Evangelio "mueve o remueve conciencias"? ¿Qué tiene que ver eso con creer o no creer en Dios?
También el Corán, el budismo y alguna que otra cosa más mueve también las conciencias: veáse por ejemplo las matanzas de la guerra o el espectáculo mundial de los ricos epulones y los pobres lázaros etc. etc.
¿Tienen estas cosas o cuestiones algo en común que responda a algo como el "creer en Dios"?
Esto es a bote pronto lo primer que "me se ocurre". Pero si se me ocurre algo más lo reflejaré con la libertad que este blog de amigos nos concede.
Y por plantear cosas a discutir digo que el creer es algo "físico", ligado a la física porque las creencias son algo físico, lo mismo que la virtud. Y las creencias son fundamentalmente "sentimientos" que interpretan y dan el tono a la vida que vivimos.
No es fácil cambiar de creencias ligadas a los genes, y a los "memes"; aunque pueden cambiar y cambian las formas en que tales creencias se acomodan a la cultura y ambiente, así como por el estudio y la información y experiencias criticas.
Mucho mucho mucho hay para hablar; animo a todos a ello.
M. Solís, Jubjub, 2 nov 2013: "las creencias son fundamentalmente 'sentimientos' que interpretan y dan el tono a la vida que vivimos",
ResponderEliminarNo creo que a Dios -que pudiera existir, ojo y que ojalá, eh- le importe mucho el que creamos o no en Él. Lo que sí pienso que le importaría sobremanera es esa ‘interpretación y tono’ que le damos a nuestras vidas.
Así pues, Paco, el punto 4 es pura carga retórica. Grito de protesta contra la pasividad, la parálisis –cuando no la locura- a que conducen con demasiada frecuencia, ay, tanto la pregunta como su respuesta.
Somos creadores, no conejillos asustados. Inventores natos y fabricantes de vida a ultranza. O ¿no está eso en las raíces más profundas del ser humano?
Hay personas que se hacen o se han hecho la pregunta y llegan a una respuesta: Dios no existe o Dios sí existe.
ResponderEliminarOtras personas, entre ellas me encuentro, se hacen la pregunta sin poder llegar a una respuesta. De alguna forma, la pregunta queda siempre abierta y creo, al menos para mí, con sentido.
Con independencia de la respuesta a esa "inmensa pregunta", está el tema de la "cultura" y, sin duda, mi cultura es una cultura cristiana que me ha moldeado y por la que siento, a pesar de los pesares, un profundo respeto. Esta cultura encierra, entre actuaciones injustificables y horribles, textos, libros, arte, vidas de una gran sabiduría y de una gran humanidad que me han ayudado y donde he encontrado una cierta paz.
El tema da, sin duda, para hablar.
Efectivamente Paco, el problema surge de la incomprensión que se produce cuando alguien o, lo que es peor algunos con poder, creeN en su respuesta como "la verdad". De tal forma que cualquier otra verdad es "falsa". No es broma a mí en bachillerato me enseñaron el siguiente silogismo: "De todas las religiones una será la verdadera y las demás falsas. Es así que la religión católica es la verdadera, luego todas las demás son falsas".
ResponderEliminarEs lo que yo llamo "explicaciones feroces", porque no dan salida alguna y por tanto matan la creatividad humana, y es la semilla de todos los totalitarismos religiosos, políticos y culturales.
Y puesto que la evolución nos enseña que "lo natural en el hombre es lo artificial" lo religioso, si algo tuvo de natural en sus orígenes como modo de explicación del mundo", va perdiendo su sentido natural en la medida en que el conocimiento de las leyes naturales nos van haciendo más artificiales, porque, y eso que digo sé que se presta a mucha discusión, y que lo provoco, LO REAL ES LO REAL, PERO LA REALIDAD LA CONSTRUIMOS LOS HOMBRES CON NUESTRAS FORMAS DE COMPRENDER Y EXPLICAR LO REAL.
Pienso como tú, que el problema sigue siendo el poder o, más concretamente, la organización y la utilización del poder.
ResponderEliminarNuestra generación ha sido educada con no pocas "explicaciones feroces" y con algunos silogismos "fundamentalistas". No ha sido fácil (pero nada es fácil en la vida) salir del "callejón del gato" y, a pesar de nuestro esfuerzo, al romper los espejos cóncavos y convexos deformadores de la realidad, los cristales rotos han dejado heridas más o menos profundas en nuestras vidas.
Pero aquí seguimos y hablamos y nos preguntamos y resistimos. No es poco, amigo Mariano.
Asisto feliz, gozoso y desbordado a tanto y tan buen dialogo entre amigos que luchan a diario -a diario!- por salir del 'callejón del gato'. Hacéis que me sienta orgulloso y que me pavonee en mi entorno de teneros por compañeros de mi vida. No podéis ni imaginar cuánta seguridad me transmitís: ¿qué haría yo sin ella? Pues sentirme atado al desierto en que pasé algunas temporadas de mi existencia. Pero gracias a vosotros, cuando vuelvo a él lo hago de visita. Con una sonrisa de complicidad, de forma que al despedirme de él puedo decir "Adiós, Kalahari, te amo y no te olvido pero me vuelvo a vivir con los hombres, que es mi sitio".
ResponderEliminarSobre el creer solemos pensar en el contenido y mucho menos en qué consiste el creer. Dediqué un buen tiempo a estudiar el tema y destaco un texto que creo que dice mucho acerca de lo que es el creer.
ResponderEliminarLos que sabéis psicología sabéis la importancia que se le da a la "intencionalidad" de la conducta. Pues he aquí lo que dice Zubiri:
De ahí que el intentum no tiene carácter intencional sino "físico". En primer lugar la intencionalidad misma no es algo puramente intencional sino físico. Es a mi modo de ver un acto físico de la inteligencia, es la física referencia a lo inteligido, y es también y sobre todo el carácter estrictamente físico del acto de intelección: es la física misma de la intelección. Algo así como la virtud. La virtud no es un mero valor al que me determino a ir, sino que es el carácter físico del estar en este valor, o de haberlo incorporado a mi fisica realidad. No es un acto de volutad que acepta un valor como objeto, sino que es un carácter físico de este aceptar mismo, un afectar valioso en sí mismo en cuanto aceptación. La virtud es la "física moral"
Zubiri, X. Inteligencia y logos. pg. 70
"La virtud no como un mero valor al que me determino a ir, sino como un valor incorporado a mi realidad física.."
ResponderEliminarNo sé si lo entiendo muy bien (o si simplemente lo entiendo), pero me parece que tiene mucha enjundia. Tanta como la sonrisa cómplice de despedida a Kalahari, para volver a encontrar un sitio entre los hombres...
Homo sum et nihil humanum a me alienum puto
ResponderEliminarSi vamos a seguir en latín, pido la asistencia de nuestro amigo Ernesto que ya dominaba esta complicada lengua, desde su primera juventud. Es decir, desde hace dos días...
ResponderEliminarPaco, tú pides ayuda a Ernesto y yo a Juan Antonio Martínez de la Fe (Las Palmas) ... de tel façon que nous puissions faire un ménage à quatre (intellectuel).
ResponderEliminarAmador, seríamos 5 con Mariano...¿Crees en los milagros..?
ResponderEliminarEu non creo nas meigas, mais habelas, hainas
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