Y para éstos, para los que no logran llegar ni a la entrada de sus sueños, ¿qué hay? ¿La restitución? ¿La redención? ¿Ambas en la "otra vida", a la que nos envían todas las religiones?
Una curiosidad lingüística. En griego clásico, y que Paco Luna me corrija si estoy en un error, "pharmakós" es el chivo expiatorio, y "pharmakón" es la droga. Los que no llegan a la puerta, pueden elegir; y eso es lo que parece que se hace en esta sociedad.
No se lo que hay para los que no logran llegar ni a la entrada de sus sueños, Eduardo. Seguramente nada. Tú y todos nosotros los tenemos muy presentes: este blog lo demuestra casi a diario.
Y para éstos, para los que no logran llegar ni a la entrada de sus sueños, ¿qué hay? ¿La restitución? ¿La redención? ¿Ambas en la "otra vida", a la que nos envían todas las religiones?
ResponderEliminarUna curiosidad lingüística. En griego clásico, y que Paco Luna me corrija si estoy en un error, "pharmakós" es el chivo expiatorio, y "pharmakón" es la droga. Los que no llegan a la puerta, pueden elegir; y eso es lo que parece que se hace en esta sociedad.
No se lo que hay para los que no logran llegar ni a la entrada de sus sueños, Eduardo. Seguramente nada. Tú y todos nosotros los tenemos muy presentes: este blog lo demuestra casi a diario.
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