MARÍA ANTONIA SÁNCHEZ-VALLEJO Sarajevo 9 FEB 2014 - 20:22 CET, Bosnia-Herzegovina, EL PAÍS, “Hemos sido demasiado tolerantes y demasiado
pasivos ante la corrupción; nunca hemos exigido responsabilidades”, dice
Halilovic.
“No nos importan las elecciones. Esta
revuelta es ajena a la política porque sabemos cómo es: ya han estado en el
poder los nacionalistas y los socialistas, y son todos iguales”, opina Dzigal.
“La revuelta no tiene líderes, y eso es bueno pero también malo para vehicular
las demandas”, recuerda Tiana, que admite su temor a que la oleada de protestas
acabe siendo engullida, y neutralizada, por el sistema.
¿A alguien le suena esto?
Cuando seamos capaces de arrumbar a los corruptos con la misma fuerza, insistencia y argumentos, incluidos los sentimentales, con la que debatimos sobre el aborto -o sea, "interrupción voluntaria del embarazo"-, y las instituciones y órganos que hoy amparan a sus corruptos sean capaces de denunciarles, y, por qué no, de impedir la corrupción en sus entretelas, ese día, en ese mismo momento, empezaré a creerme que estamos, de verdad, en contra de la corrupción.
ResponderEliminarQué exigente que sos, Eduardo, pibe! O desinformado quizá. Acaso vos no sabés queste gobierno tá ya preparando -sin prisa pero sin pausa- una ley anticorrupción "ad reliquam temporis futuris".
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