sábado, 24 de mayo de 2014

Fenomenología de un sueño. (II)


II. El sueño.

Los pies muy calientes; la sensación de calor en los pies, que contrastaba con el frío de la noche, le subió a un estado de semivigilia. Abrió los ojos; el sol de la mañana calentaba sus pies, arrebujados con la sábana y las mantas. La sensación de placer le empujó a remover sus pies a lo ancho de la cama, y estos movimientos le ayudaron a girar su cuerpo sobre el brazo derecho para observar la ventana por la que se colaba el sol. Este movimiento de rotación sobre el eje de su cuerpo le supuso bastante esfuerzo, ya que su cuerpo, además de estar dolorido por los años, permanecía anquilosado tras las horas pasadas en la cama estático.
El roce de su miembro enhiesto con la sábana y el peso de las mantas le despertó de su duermevela placentero. Sus ojos reconstruyeron en el acto el sueño que había vivido, y que recordaba todavía vivo y reciente. ¿Era un sueño o lo había vivido en realidad? Hacía muchos años que su vida placentera y sosegada había abandonado los placeres sexuales, pero esta noche había soñado, ¿vivido?, algo que hacía muchos años tuvo al alcance de su mano.
Recordó, volvió a ver con sus ojos, la curva en la espalda de Cunegunda, tan joven como siempre que la recordaba, pero hacía muchos años que era solo un recuerdo. Esta noche no fue un recuerdo; la vio de nuevo, y se desató en él un deseo indómito, nada que ver con avejentados recuerdos; sino  simple sed de pasar a la acción, arrancarle toda la ropa. Levantarle las piernas, abrirle los pétalos, penetrarla, entregarse al vaivén, eyacular. Un sueño, sí, solo un sueño; la flaccidez de su miembro se lo confirmó. Cerró los ojos intentando conciliar el sueño para reencontrar en su cerebro el sueño que, una vez despierto, había perdido todo sentido de realidad.
No había sido un recuerdo el roce de su miembro tieso y duro con su embozo; esto era real, luego el sueño con el cuerpo de Cunegunda le había devuelto, por una vez, a la vida. Si en sueños recuperó sus vivencias sexuales, es que todavía podía vivirlas en la realidad. Esta ilusión, esta esperanza, le impedía dormirse tras la recuperación del sueño sexual que recordaba.
El sol alcanzaba ya hasta su cintura. El calor del sol y el deseo, al fin, le sumieron de nuevo en un ligero duermevela placentero. Con los ojos, medio abiertos, fijos en los rayos del sol, se percató de que su miembro recobraba la vida, a la vez que su cerebro recreó una parte de su sueño, una parte del placer que recordaba ahora por primera vez desde que se despertara. La luz que su cerebro iluminó de su sueño fue el mejor momento del mismo; olvidados los deseos previos, olvidadas las acciones para desnudar a Cunegunda, olvidados los vaivenes y la eyaculación, vio en un primer plano el momento en el que con deleite y lentitud introdujo, en sueños solo, su miembro en la vagina de Cunegunda. Ahora su cerebro reproducía el momento; lentamente, sin esfuerzo. El sol encendía ya su rostro. El recuerdo de la penetración soñada se le grabó en la memoria, con todos sus detalles de placer, para el resto de su vida.



7 comentarios:

  1. Por fin, amigo Eduardo. Cumples tus promesas, hecha esta en la cena post pacomia último martes: hasta para eso dan las pacomias.

    Te felicito en primer lugar por publicarlo y acto seguido porque me hiciste recordar los buenos tiempos en que también yo escribía relato erótico. O sea hace un par de semanas. Si has disfrutado tanto como yo lo hago, entonces te lo has pasado bomba. Quisiera preguntar aquí en el blog a qué atribuís ustedes vosotros el infinito miedo que tenemos a hablar/escribir sobre vivencias de la sexualidad. En general y en particular.

    Enhorabuena, no esperaba menos. MB MB MB, me guztó.

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  2. He leído la fenomenología de un sueño, espacio de encuentro entre Aksiónov Vasili y el Cándido de Voltaire. Buen texto, Eduardo.
    Sobre las preguntas de Amador.
    En general, creo que se habla tanto de sexualidad y de las experiencias sexuales que se ha terminado en una especie de caricatura. En Jujub, hay poca participación en todas las entradas, con independencia de los temas tratados.
    Para mi, hablar de temas personales depende de dónde, cómo y con quién. El espacio privado es sagrado, aunque sé muy bien hasta qué punto está amenazado. Estoy de acuerdo con el Cándido de Voltaire, cuando al final, "después de conocer todos los horrores en el mejor de los mundos posibles", se dedica a cultivar su jardín. Si los jardines privados desaparecen....me temo que sólo quede la barbarie.... Pero el tema puede dar para muchas pacomias...

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    1. Muy bien y de acuerdo en lo comentado. Nuestros colegas blogueros no comentan más porque —como supongo— no les apetece hacerlo. Además, y en consecuencia, tampoco les interesa dedicar algunos ratos a aprender a utilizar esta herramienta de comunicación. En otros tiempos hubiéramos dicho que prevalece en ellos, y con creces, la 'verbomoticidad'.

      Tanto la cuestión de la privacidad como la del empleo de la violencia en según qué circunstancias podrían dar ambas para muchas pacomias ...

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  3. No me he metido en ningún jardín privado; he tenido mucho cuidado en hacerlo. Os adelanto que voy por la segunda entrada, y me quedan en la cabeza y en notas tomadas en los paseos para algunas entradas más, porque el tema da para mucho. Tenía razón Amador cuando aventuraba el II, III, IV, V y más. Lo iremos leyendo todos, ¿no? Gracias por los elogios, que me tomo, de momento a título de inventario; es mi primera intentona literaria. Como me he cansado de escribir en mi blog sobre el sistema educativo y la educación, he encontrado una distracción literaria. Creo que los escritores escriben para ellos mismos, y luego lo publican por si a alguien le interesa. La "verbomotricidad", como la "grafomanía" y la lectomanía", son, de verdad, las tres cosas más importantes que puede hacer alguien; si a estas tres actividades se le añade la sexualidad (no la sexomanía, en este caso), estaremos cerca de la felicidad. Seguiremos; y en público, porque es una manera de despertarse de la monotonía ideológica que nos rodea.

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  4. ...Estoy esperando...la III...Esto se anima..Hasta pronto, Eduardo..!!

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  5. Anoche volví de un viaje siguiendo a los Calatravos, la Orden de Calatrava, y me encuentro con la bella sorpresa-regalo de este reportaje de Manolo. Me quedo como dice Aristóteles "estupefacto" como ocurre ante las cosas que "nos causan admiración", tales como el movimiento de los astros etc. (Aristóteles dixit). Y es que dentro de la "Constelación Jubub" hay tal riqueza de arte, pensamiento, sensibilidad emotiva, sentido de la Historia etc. etc. que es pa' ........(rellénese el espacio por la inteligencia activa de los miembros).

    Y aprovecho para comentar una anécdota que le ocurrió a Diego Valderas con un grupo de universitarios uno de estos días de campaña. Uno de ellos le pregunta: "¿Le preocupa a Ud. la "abstinencia"?

    ¡Pobrecillos! Como no saben lo que es la "Cuaresma"........ jajajaja

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    El texto anterior ha sido enviado como correo a los miembros.... bajo el efecto del disfrute de "Jujub La Revista" que tal placer me ha causado que, viendo las entradas posteriores de este maravilloso blog, imágenes, ideas, sugerencias que cada día se vierten en esta joya digital que no puedo menos que rellenar el espacio en blanco..... con una experiencia:

    "p'a correrse de gusto".

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Gracias por opinar.