En una noche de duermevela, hace unos días, tuve un sueño. Se me ha
convertido en cuatro páginas que no quiero tirároslas a la cabeza. Vuestras cabezas están llenas de tantas cosas interesantes que no puedo
pretender, sin más, hacerme un hueco en ellas.
Descubrí que a la Izquierda le pasa lo que a la Filosofía y
a la Zarzamora que está que “a todas horas llora que llora por los rincones”.
Gracias, Mariano. Estupendo análisis el de este anónimo alcalde sobre el mismo problema que tenemos con Wally. A él y a la izquierda venimos buscándolos desde hace años.
ResponderEliminarQue la izquierda está es claro, no puede haber desaparecido de repente sin dejar rastro. Entonces dónde señalar con el dedo para decir 'eureka', o ¿habrá que ejercitar la fe, que es creer lo que no se ve?
Los partidos políticos están mal pero —como escribía ayer Soledad Gallego— sin ellos estaríamos peor. Redistribución y/o solidaridad parecen haber perdido el tirón. La pregunta entonces sería con qué los sustituimos. O qué inventamos si es que hay algo que inventar, que yo creo que sí pues la desigualdad actual (creciente y sangrante para ciertos colectivos demasiado amplios), arruina el bienestar social de los de abajo —primeros en caer— y de los de arriba aunque ellos a medio o más bien largo plazo.
Precariedad, sueldos-limosna, dependencia, sistema educativo de erudición enfocado a titulitos con muy lucrativos máster, despoblación rural y consecuente soledad urbana, ignorancia fomentada desde el poder, sustitución de una política económica — de cierta ecuanimidad—por una política financiera extractiva (y que dispara la deuda externa), descrédito de la política por culpa de muchos políticos, desgaste inaguantable del planeta.
Estas y otras más aulas magnas para reflexionar, disertar y orientar nuevas acciones que, por buena tradición, podríamos seguir llamado IZQUIERDA.