Nota: Este copista pide ayuda para entender este artículo publicado en El País. Ha comprendido que para el Señor Carabaña los pensionistas españoles son egoístas. También que hay demagogos. Luego, casi nada en el manejo de sus cifras y se ha encontrado en una profunda perplejidad al leer el último párrafo de su artículo: "Los pensionistas han quedado al margen de la crisis; deberían esperar un tiempo hasta beneficiarse del crecimiento. Podrían esperar, por ejemplo, hasta que los niños
los igualen en rentas medias y en tasas de pobreza"
los igualen en rentas medias y en tasas de pobreza"
Un caso más de mirada ¿extraviada o interesada? Me recuerda una negociación salarial donde, como representante de los trabajadores, tuve que resistir un argumento semejante. La empresa consideraba que la tabla salarial no debería abrir el abanico más allá de un 3% entre el máximo salario y el mínimo. Eran momentos de mucha solidaridad social, años 70s; un argumento compartido por todos.
ResponderEliminarPero lo bueno era la manera de cerrar el abanico. Consistía en que los trabajadores renunciaran a parte de su salario legal para, manteniendo la masa salarial, pudieran subir los sueldos inferiores.
Con un poco de imaginación seguro que adivináis qué tipo de empresa era aquella.
Hay que leer de todo. No solo artículos que ceben la propia idiosincracia. Pero este que se vincula aquí es abiertamente tóxico. Miedo me da cuando una frase sí y otra también contiene porcentajes estadísticos.
ResponderEliminarEn concreto, maneja agregados sin desglose alguno por ningún percentil. Los perceptores de pensiones ínfimas no existen para el autor. Lo de hay un pollo para dos (pero me lo como yo solito). Ppr eso fuimos a la manifestación, por el blindaje y en defensa de las pensiones de miseria. Antes ser mileurista era miseria, hoy cantazo en los dientes. Crece el PIB pero sigue la precariedad, pasan frío ancianas pq no pueden pagar la luz. Pero según el autor la estadística va bien, todo va bien. Lo que decía, tóxico.
Pues muchas gracias por vuestros comentarios. Me siento como más acompañado. Que El País considere que artículos así tienen la calidad mínima necesaria para ser publicados...!!
ResponderEliminarEste cátedro, hoy emérito, ha ido por la vida de outsider y rompedor, utilizando las cifras alrededor de su molino.
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