domingo, 29 de diciembre de 2013

BANALIDAD DEL PODER


Pensando en Hannah Arendt y su "banalidad del mal" me viene a la mente el pensamiento de la "banalidad del poder".

Con este concepto vengo a interpretar las cosas que les pasan a alguno de nuestros gobernantes del PP. La pérdida de personalidad al tener que cumplir su papel orgánico o de "militante" responde a la "mera banalidad del poder", tal como ocurrió a los miembros de las SS y su "obediencia ciega" a los mandos, perdiendo el sentido de la realidad de las cosas, de las situaciones y la percepción del bien social.

Eso explica acciones absurdas de toda absurdidad, que diría Zapatero, como las perpetradas por situaciones como "el finiquito en diferido", "los papeles de Bárcenas"  que son invenciones que "nadie podrá demostrar ser verdaderos", o el "relaxing cup...." que ya no se trata de que sean absurdas sino que se actúe como si fueran realidades verdaderas. ¿Creyéndo o no creyendo en ello? En cualquier caso perdiendo el sentido de ver lo absurdo de sus actuaciones. Lo cual solo es posible por la "banalidad del poder".

1 comentario:

  1. Entiendo, Mariano, perfectamente lo de la banalidad del poder; basta recordar la rueda de prensa del Sr. Rajoy y la defensa de la ley del aborto del Sr. Ruiz (por lo de seguir el ejemplo de la Presidenta sustituta de las Cortes). Sin olvidar la evidente negociación en marcha con ETA, aunque se reniegue de ella, porque se está cumpliendo paso a paso lo que Fisas explica en si libro "Alto el fuego. Manual de procesos de paz". Además; será banal el poder, pero jode todo lo que puede, simepre, porsu`puesto, en aras del bien común; lo que nunca nos dicen es en qué "común" están pensando.

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