miércoles, 11 de diciembre de 2013

Pianofabriek.

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Lo prometido es deuda. Así que acopañé al Profesor Virtanen al Pianofabriek.
La verdad. Se necesitan ganas de complicarse la vida. Tres horas para aprobar
los Estatutos del Ateneo. Ya sabéis: el art° 17, h, párrafo tercero, en lugar de..
Al final se aprobaron y el Profesor estaba muy contento. Tan contento,
como yo aburrido. El Profesor Virtanen hasta leyó un texto, que por cierto, me
gustó.

Texto leído por el Profesor H. Virtanen en el Pianofabriek de Bruselas, el 7 de diciembre

Este año se ha celebrado el centenario del nacimiento de uno de los hombres más comprometido con su tiempo, insobornable en su defensa de la libertad y de la dignidad.

Cuando le concedieron el Premio Nobel, un grupo de personas de nacionalidades diferentes y de horizontes muy diversos, se reunieron para celebrarlo. Albert Camus les habló de su oficio de escritor y de la amistad.
Me vais a permitir que os lea parte de su intervención, que se publicó  más tarde en marzo de 1958 con el titulo “ lo que yo le debo a España”.


 « He intentado respetar las palabras que escribo y, de esta forma, respetar  y no engañar a quienes me leen.
Con frecuencia, he tenido que escribir en medio de luchas agotadoras. Luchas que acepto y que son inevitables.
Pero sé también  que estas luchas me hubiesen podido apartar de la alegría de vivir y de la vida misma, sin la que un artista no es nada.
Si he logrado librarme de este peligro, se lo debo a la amistad y, en especial, a la amistad de algunos de vosotros que pertenecéis a partidos y a patrias diferentes.
Pero esta noche, me vais a permitir, estoy seguro, simbolizar esta amistad en la España del exilio.
Amigos españoles, tengo una deuda que no podré pagar con vuestra patria, su literatura y su pueblo. Y tengo también con vosotros una deuda que no conocéis y que no podéis conocer.
Un escritor de combate como yo, necesita el afecto y la amistad para seguir escribiendo. En mi camino, siempre he encontrado vuestra amistad activa y generosa.
Con frecuencia, la España del exilio me ha mostrado una gratitud desproporcionada porque los exiliados españoles lucharon durante años y, luego, aceptaron con dignidad el dolor interminable del exilio. Yo me he limitado a decir que ellos tenían razón. Y solamente por esto, he recibido durante años la fiel, la leal amistad española que me ha ayudado a vivir. Esta amistad, aunque yo no la merezco, es el orgullo de mi vida. En realidad, es la única recompensa que puedo desear.
Quiero deciros esta noche, que haré todo lo posible para no desmerecer de vuestra amistad. Quiero deciros también que no os voy a abandonar y que permaneceré fiel a vuestro lado. De esta forma, me será más fácil aceptar la fama que se me acaba de conceder con el Premio Nobel, sabiendo que la puedo poner a vuestro servicio.
No es costumbre mía, lo sabéis muy bien, anunciar victorias cercanas y dias gozosos. Vosotros y yo sabemos que nuestra lucha no tiene fin. Pero es la razón de nuestra vida y nuestra misma vida. Lo esencial es que la vivamos juntos, lealmente, amistosamente, con el mismo corazón que siento hoy al agradeceros y mostraros mi gratitud ».**
                               
                                                              ……………………..


He querido leer, dijo el Profesor Virtanen, este texto de gratitud y admiración al exilio republicano, escrito por uno de los hombres más honesto y más insobornable de su tiempo. No para permanecer en el pasado, sino para mirar hacia un futuro donde sea posible para todos vivir con dignidad.


       
**( Intervención de Albert Camus « Lo que yo le debo a Esapaña »  pronunciada el 22 de enero de 1958 y publicada en Preuves en marzo de 1958)


3 comentarios:

  1. "Un profesor de combate como yo, necesita el afecto y la amistad para seguir enseñando", podría haber parafraseado también tu amigo H. Virtanen.

    Qué noble estilo, qué coherencia, que intelectual generosidad la del hombre cuya cita escogió el profesor finlandés. Tantas cualidades como las de nuestro amado Camus le adornan a él y a quien le acompañó en tan noble y clarividente acto. Aunque fuera por aquello de que lo prometido es deuda (ja, me río yo).

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  2. Yo creo que Albert Camus debería ser nombrado Arlequín Emérito postmortem, y debería convocarse un Amicorum Concilium ad hoc. Que veo a la Junta de Gobierno un tanto mortecina. ¡¿Cómo consentimos un ERE en el seno de nuestra revista y ni una sola protesta, manifestación, truenos y relámpagos?!

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  3. Porque ha sido un ERE jubilado. Todo llegará.

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