Texto leído por el Profesor H. Virtanen en el Pianofabriek de Bruselas, el 7 de diciembre
Este año se ha celebrado el centenario del nacimiento de uno de los hombres más comprometido con su tiempo, insobornable en su defensa de la libertad y de la dignidad.
Cuando le
concedieron el Premio Nobel, un grupo de personas de nacionalidades diferentes
y de horizontes muy diversos, se reunieron para celebrarlo. Albert Camus les
habló de su oficio de escritor y de la amistad.
Me vais a
permitir que os lea parte de su intervención, que se publicó más tarde en marzo de 1958 con el titulo “ lo
que yo le debo a España”.
Con frecuencia, he tenido que escribir en medio de luchas
agotadoras. Luchas que acepto y que son inevitables.
Pero sé también que
estas luchas me hubiesen podido apartar de la alegría de vivir y de la vida
misma, sin la que un artista no es nada.
Si he logrado librarme de este peligro, se lo debo a la
amistad y, en especial, a la amistad de algunos de vosotros que pertenecéis a
partidos y a patrias diferentes.
Pero esta noche, me vais a permitir, estoy seguro, simbolizar
esta amistad en la España del exilio.
Amigos españoles, tengo una deuda que no podré pagar con
vuestra patria, su literatura y su pueblo. Y tengo también con vosotros una
deuda que no conocéis y que no podéis conocer.
Un escritor de combate como yo, necesita el afecto y la
amistad para seguir escribiendo. En mi camino, siempre he encontrado vuestra
amistad activa y generosa.
Con frecuencia, la España del exilio me ha mostrado una
gratitud desproporcionada porque los exiliados españoles lucharon durante años
y, luego, aceptaron con dignidad el dolor interminable del exilio. Yo me he
limitado a decir que ellos tenían razón. Y solamente por esto, he recibido durante
años la fiel, la leal amistad española que me ha ayudado a vivir. Esta amistad,
aunque yo no la merezco, es el orgullo de mi vida. En realidad, es la única
recompensa que puedo desear.
Quiero deciros esta noche, que haré todo lo posible para no
desmerecer de vuestra amistad. Quiero deciros también que no os voy a abandonar
y que permaneceré fiel a vuestro lado. De esta forma, me será más fácil aceptar
la fama que se me acaba de conceder con el Premio Nobel, sabiendo que la puedo
poner a vuestro servicio.
No es costumbre mía, lo sabéis muy bien, anunciar victorias
cercanas y dias gozosos. Vosotros y yo sabemos que nuestra lucha no tiene fin.
Pero es la razón de nuestra vida y nuestra misma vida. Lo esencial es que la
vivamos juntos, lealmente, amistosamente, con el mismo corazón que siento hoy
al agradeceros y mostraros mi gratitud ».**
……………………..
He querido leer, dijo el Profesor Virtanen, este texto de gratitud y admiración al
exilio republicano, escrito por uno de los hombres más honesto y más
insobornable de su tiempo. No para permanecer en el pasado, sino para mirar
hacia un futuro donde sea posible para todos vivir con dignidad.
**( Intervención de Albert Camus « Lo que yo le debo a
Esapaña » pronunciada el 22 de
enero de 1958 y publicada en Preuves en marzo de 1958)
"Un profesor de combate como yo, necesita el afecto y la amistad para seguir enseñando", podría haber parafraseado también tu amigo H. Virtanen.
ResponderEliminarQué noble estilo, qué coherencia, que intelectual generosidad la del hombre cuya cita escogió el profesor finlandés. Tantas cualidades como las de nuestro amado Camus le adornan a él y a quien le acompañó en tan noble y clarividente acto. Aunque fuera por aquello de que lo prometido es deuda (ja, me río yo).
Yo creo que Albert Camus debería ser nombrado Arlequín Emérito postmortem, y debería convocarse un Amicorum Concilium ad hoc. Que veo a la Junta de Gobierno un tanto mortecina. ¡¿Cómo consentimos un ERE en el seno de nuestra revista y ni una sola protesta, manifestación, truenos y relámpagos?!
ResponderEliminarPorque ha sido un ERE jubilado. Todo llegará.
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