jueves, 19 de febrero de 2015

Grecia: La cuestión alemana

El pecador debe mostrar en público su arrepentimiento y cumplir la penitencia impuesta para gozar de la generosidad divina. La gracia es un don, nunca merecido por el pobre pecador.

La bandera griega ondea sobre la Acrópolis de Atenas, bajo un cielo cubierto de nubes de tormenta. REUTERS/Yannis Behrakis


"Pese a que Bruselas trabaja con el dramatismo de las grandes ocasiones en una solución de compromiso, Berlín impone dureza: abandera un nutrido grupo de países que quieren que Tsipras se retracte y acepte las líneas maestras del rescate actual. A pesar de los mensajes —“la troika se ha acabado; el rescate se ha terminado”— que ha lanzado el primer ministro griego, Europa sólo mostrará generosidad una vez Atenas pase por el aro, según las fuentes consultadas en Bruselas. Y no parece que Grecia pueda evitarse el mal trago: pese al capital político que atesora Tsipras, el país está en una situación económica, fiscal y financiera cada vez más débil, y reclama flexibilidad en consecuencia. Alemania insiste desde hace días en que el rescate exige reformas y condiciones como contraprestación, y que no tiene nada más que ofrecer. Y el Eurogrupo secunda esa posición"
(Claudi Pérez)
Nuestro Presidente Rajoy es gallego, pero aspira a la nacionalidad honorífica alemana para sentarse a la diestra del padre o de la madre...

1 comentario:

  1. Del diario privado de Poincaré (Presidente de la República Francesa), que en 1914, antes de la guerra, escribió: "Alemania se cree cada vez más que está predestinada a dominar el mundo, que la supuesta superioridad de la raza germana, el siempre creciente número de habitantes del Reich y la continua presión de las necesidades económicas le confieren derechos excepcionales con respecto a las demás naciones".

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