Nunca sonrías a un cocodrilo
No, no puedes ser amigo de un cocodrilo
No te dejes engañar por su sonrisa de bienvenida
Él sólo imagina lo bien que encajarías dentro de su barriga
Nunca sonrías a un cocodrilo
ni te detengas a hablar un rato con él
Nunca corras a darle las buenas noches, ni los buenos días, aléjate
y nunca sonrías al señor Cocodrilo
Puedes ser muy bueno y muy bien educado
y tener la cabeza llena de "etiquetas"
Pero siempre hay algún caso especial, tiempo y lugar
Para olvidar las "etiquetas"
Por ejemplo:
Nunca sonrías a un cocodrilo
No, no puedes ser amigo de un cocodrilo
No te dejes engañar por su sonrisa de bienvenida
Él sólo imagina lo bien que encajarías dentro de su barriga
Nunca sonrías a un cocodrilo
ni te detengas a hablar un rato con él
Nunca corras a darle las buenas noches, ni los buenos días, aléjate
y nunca sonrías al señor Cocodrilo
No, no puedes ser amigo de un cocodrilo
No te dejes engañar por su sonrisa de bienvenida
Él sólo imagina lo bien que encajarías dentro de su barriga
Nunca sonrías a un cocodrilo
ni te detengas a hablar un rato con él
Nunca corras a darle las buenas noches, ni los buenos días, aléjate
y nunca sonrías al señor Cocodrilo
Puedes ser muy bueno y muy bien educado
y tener la cabeza llena de "etiquetas"
Pero siempre hay algún caso especial, tiempo y lugar
Para olvidar las "etiquetas"
Por ejemplo:
Nunca sonrías a un cocodrilo
No, no puedes ser amigo de un cocodrilo
No te dejes engañar por su sonrisa de bienvenida
Él sólo imagina lo bien que encajarías dentro de su barriga
Nunca sonrías a un cocodrilo
ni te detengas a hablar un rato con él
Nunca corras a darle las buenas noches, ni los buenos días, aléjate
y nunca sonrías al señor Cocodrilo
O sea, no fiarse de ciertos catedráticos de cardiología, creo interpretar. Lo que me recuerda aquello de 'timeo danaos quamquam dona offerentes', teniendo aquí por 'danaos' no a los machacados griegos contemporáneos de a pie sino a toda suerte de 'crocodiles' con corbata de Hermes.
ResponderEliminarDespués de guerrear en las playas de Troya durante nueve años, Calcas induce a los líderes de los dánaos (griegos) a ofrecer a los troyanos el llamado «Caballo de Troya». Sin embargo, el sacerdote troyano Laocoonte desconfía de dicho presente, y advierte a los troyanos que no acepten el obsequio, exclamando: Equo ne credite, Teucri! Quidquid id est, timeo Danaos et dona ferentes.
EliminarQuiénes son los griegos, quiénes los troyanos, quién Peter Pan, quién el Capitán Garfio, quién el Cocodrilo..? Tictac,Tictac...
Ja ja ja .....! Es lo que tienen los clásicos, amigo Paco: que enseñan de gratis y mucho. Muy buenas preguntas que habrá que ir intentando responder. Y mientras tanto ... tic, tac ...
EliminarUna pista para encontrar las respuestas puede ser: El tictac que siempre anuncia la llegada del cocodrilo pone muy nervioso
Eliminaral Capitan Garfio...