viernes, 10 de junio de 2016

¡Cómo está Madriz!


"Todo comenzó en un palco. “De ahí vino el primer grito”, cuentan desde el teatro. Esa voz marcó el inicio de la protesta, gritos, pitadas y quejas de toda una fila: “No eran habituales de la Zarzuela”, dice el jefe de sala. “Nunca pensé que asistiera a una escena tan violenta en el teatro”, relata Daniel Galindo, periodista cultural de RNE y presente en la representación de ayer. “Se levantó una fila entera, pero no se fueron sino que se quedaron como buscando bronca”, añade. La función tuvo que parar" (elpaís.es)
¿Por qué se enfadan tanto...?

4 comentarios:

  1. "En ese empeño puede gustar o no gustar, tener éxito o fracasar. Lo que no resulta edificante —ni inteligente— es esa bárbara actitud de quienes consideran que la zarzuela es cosa suya, que el género les pertenece y que son, por tanto, dueños exclusivos de cómo entender su ligereza y su alegría. Desde una posición tan aguerrida, resulta lógico que saquen los silbatos para, hondamente indignados, apabullar y frenar al que pretende ensayar otro camino. Es una actitud que se parece mucho a la que tiene cierta derecha respecto al poder: sigue pensando que le pertenece, que desde siempre ha sido cosa suya. Pero los tiempos han cambiado. Y hay actitudes que no tienen pase." (José Andrés Rojo, el país.es, 11/06/16)

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  2. Los cambios son fuente de miedos. No es fácil alterar aquello a lo que estamos ya hechos y humana es la tendencia a la rutina, al molde a que te acoplaste quizá con esfuerzo. Resulta cómodo. Probar lo no experimentado te da pereza y despierta la aversión al riesgo. Quizá, no se, la pasión por la novedad, la aventura y afán por lo desconocido van inscritos en nuestro ADN: para rechazar o abrazar. Parece asunto bien profundo, relacionado con la libertad.

    En la política como en el arte a muchos nos gusta experimentar, y desde luego resulta inadmisible patrimonializar a ultranza lo existente, sea el poder o los formatos plásticos. Llevada esa actitud a sus extremos seguiríamos en las cavernas. De donde parece que no han salido algunos.

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    1. Debe ser, como tú dices, un asunto bien profundo. Pero "patrimonizar" lo existente, distribuyendo desde esa posición inaceptable certificados de bondad y de maldad, ha llevado, con frecuencia, a callejones de crueldad y de violencia en nuestra historia...
      Historia que , a pesar de los pesares, no debería olvidarse.

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  3. No entiendo mucho de zarzuelas, pero me ha encantado la versión que he visto por su alegría, juventud, ritmo, desenfado etc etc. ¿Por qué no dejamos que cada uno goce de la vida cómo lo desee, sin hacer daño a nadie? Preocupa lo que sucedió según las crónicas. Nos sobra intolerancia y nos faltan ganas de vivir al aire de cada uno.

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