Moderación, normalidad, cordura, sensatez tanto como sus contrarios me parecen ejemplos de conceptos mucho más etéreos que las mismísimas entrañas de la fìsica cuántica. Y ya es decir. Pura relatividad referencial respecto de los ejes de los que se alejan o aproximan y cuánto. Hay quienes saben esto -con expresiones más o menos escogidas que estas- y quienes no lo saben. Estos últimos son poco o nada libres, creo. La convivencia con ellos un tostón soporífero e inaguantable. Al menos para mí.
Tú crees que podría hablarse de la madurez española como un derivado de las entrañas de la física cuántica? Es posible. Pero me parece evidente lo que dices: La convivencia con estos físicos cuánticos es un tostón soporífero e inaguantable. En ese punto coincido...Pero durante cuatro años, solamente nos queda san Roque que nunca abandona a los suyos...
De momento parece que no nos abandona dicho santo. Y van dos años. Coincido en que lo necesitaremos otros cuatro. No se si optará Roque por moderarnos para igualarnos con los moderados -y sufrir menos- o nos vestirá directamente ya de enjaezada madurez española por las bravas y sin anestesia. No se, algo hará. Según cómo tenga el día, Paco, los santos son muy suyos, hasta tienen su propio principio de indeterminación a lo Heisenberg. Ja ...
Moderación, normalidad, cordura, sensatez tanto como sus contrarios me parecen ejemplos de conceptos mucho más etéreos que las mismísimas entrañas de la fìsica cuántica. Y ya es decir. Pura relatividad referencial respecto de los ejes de los que se alejan o aproximan y cuánto. Hay quienes saben esto -con expresiones más o menos escogidas que estas- y quienes no lo saben. Estos últimos son poco o nada libres, creo. La convivencia con ellos un tostón soporífero e inaguantable. Al menos para mí.
ResponderEliminarTú crees que podría hablarse de la madurez española como un derivado de las entrañas de la física cuántica?
EliminarEs posible. Pero me parece evidente lo que dices: La convivencia con estos físicos cuánticos es un tostón soporífero e inaguantable.
En ese punto coincido...Pero durante cuatro años, solamente nos queda san Roque que nunca abandona a los suyos...
De momento parece que no nos abandona dicho santo. Y van dos años. Coincido en que lo necesitaremos otros cuatro. No se si optará Roque por moderarnos para igualarnos con los moderados -y sufrir menos- o nos vestirá directamente ya de enjaezada madurez española por las bravas y sin anestesia. No se, algo hará. Según cómo tenga el día, Paco, los santos son muy suyos, hasta tienen su propio principio de indeterminación a lo Heisenberg. Ja ...
EliminarLlevas razón.
EliminarCon los santos hay que tener mucho cuidado porque -valga la contradicción- los carga el diablo...