Gabriel García Márquez señala, muy bien y de forma hermosa, el lado positivo del viaje. En estos tiempos, viajar es también salir sin casa, con la esperanza de encontrar un refugio donde seguir viviendo...
Debe entenderse que: ¿Quien la sigue pero no la consigue es responsable y culpable de su propia incapacidad? La moderación puede llegar muy lejos. Aunque algún radical (incomprensiblemente, siempre quedarán recalcitrantes) dirá, tratando de imitar a Mme Roland: ¡¡ Oh Moderación, cuántos crímenes se cometen en tu nombre !!
De culpable, nada, que bastantes azahares trae consigo la vida como para echarnos esas otros pedruscos al morral. Y de los rescoldos muchas veces nacen llamas.
¿Y de la moderación, qué nace? pues más moderación. Esa que no entienden los recalcitrantes (que piensan).
Entre que Werfen publica una media de dos post diarios, más lo comentarios, casi inmediatos, de Paco y Amador, y la habitual rotundidad de Werfen, me suelo quedar admirado, y, casi siempre, sin palabras que añadan algo. Pero sí puedo copiar: "Y, no obstante, ninguna de estas cosas existe fuera de los relatos que la gente se inventa y se cuentan unos a otros. No hay dioses en el universo, no hay naciones, no hay dinero, ni derechos humanos, ni leyes, ni justicia fuera de la imaginación común de los seres humanos".(Yuval Noah Harari, Sapiens. De animales a dioses, Penguin Random House, S.A.U., Debate, Barcelona 2015. 4ª edición, abril 2016. Pág.41). Libro cuya lectura es recomendable.
Allá ellos. Con su pan se lo coman, pero me pregunto si es que alguien les subvenciona, si cumplen con alguna promesa o se divierten o se retan consigo mismos o con algunos alienígenas, que ya no se que más imaginar. Por cierto, y hablando de imaginar, yo tengo para mí que quien acierta a plastificarse en sus interiores bien el mundo y los futuros presentes, pasados o por llegar, se lo suele pasar bien y acertar más. O no, pero qué más da. Quizá. No se. Y no saber es muy lindo según cómo y cuándo.
Gabriel García Márquez señala, muy bien y de forma hermosa, el lado positivo del viaje.
ResponderEliminarEn estos tiempos, viajar es también salir sin casa, con la esperanza de encontrar un refugio donde seguir viviendo...
Pues el que la sigue la consigue. Eso dicen. Y también lo afirmo yo mismo. Seamos ambiciosos modernos, o sea, moderados (tararí que te vi, ja).
ResponderEliminarDebe entenderse que:
Eliminar¿Quien la sigue pero no la consigue es responsable y culpable de su propia incapacidad?
La moderación puede llegar muy lejos. Aunque algún radical (incomprensiblemente, siempre quedarán recalcitrantes) dirá, tratando de imitar a Mme Roland:
¡¡ Oh Moderación, cuántos crímenes se cometen en tu nombre !!
De culpable, nada, que bastantes azahares trae consigo la vida como para echarnos esas otros pedruscos al morral. Y de los rescoldos muchas veces nacen llamas.
Eliminar¿Y de la moderación, qué nace? pues más moderación. Esa que no entienden los recalcitrantes (que piensan).
Entre que Werfen publica una media de dos post diarios, más lo comentarios, casi inmediatos, de Paco y Amador, y la habitual rotundidad de Werfen, me suelo quedar admirado, y, casi siempre, sin palabras que añadan algo. Pero sí puedo copiar:
ResponderEliminar"Y, no obstante, ninguna de estas cosas existe fuera de los relatos que la gente se inventa y se cuentan unos a otros. No hay dioses en el universo, no hay naciones, no hay dinero, ni derechos humanos, ni leyes, ni justicia fuera de la imaginación común de los seres humanos".(Yuval Noah Harari, Sapiens. De animales a dioses, Penguin Random House, S.A.U., Debate, Barcelona 2015. 4ª edición, abril 2016. Pág.41). Libro cuya lectura es recomendable.
De Werfen neque ecclesia.
ResponderEliminarAllá ellos. Con su pan se lo coman, pero me pregunto si es que alguien les subvenciona, si cumplen con alguna promesa o se divierten o se retan consigo mismos o con algunos alienígenas, que ya no se que más imaginar. Por cierto, y hablando de imaginar, yo tengo para mí que quien acierta a plastificarse en sus interiores bien el mundo y los futuros presentes, pasados o por llegar, se lo suele pasar bien y acertar más. O no, pero qué más da. Quizá. No se. Y no saber es muy lindo según cómo y cuándo.