La camarera de El Comercial me comentó antesdeayer que a veces entra en este nuestro blog, que como sabéis es público, y le han llamado la atención algunos detalles que no recordaba desde la última vez que se distrajo un ratillo con nuestra cosas. Primero, que hacía bastante tiempo que no iba por allí. En cuanto al blog, nos agradeció el incremento de mensajes icónicos, porque se prestan a interpretaciones varias según esté o según los mires; también me hizo ver en la pantalla de su pantalla, que me enseñó, que hace mucho tiempo que el margen izquierdo no tiene novedades desde hace años, y me insistió en saber por qué, cuando antes casi cada mes había algo nuevo; que el escupidiario fue una buena idea, que se murió demasiado pronto. Sobre todo, me dijo, ha comprobado que los que vamos por El Comercial somos muy pocos si compara con los socios activos del blog y si cuenta las firmas de los comentarios. Que, me dijo en fin ya escapándose de mi posible respuesta, se divierte mucho con nuestro blog, y que la imagen seria y provecta que proyectamos los que vamos no coincide con la mayoría de las entradas que escribimos. ¡Muchas gracias! le lancé mientras se iba, demandada por otros parroquianos.
Pues me alegro de esa enjundiosa conversación que mantuviste con la simpática camarera. Caramba, hace tiempo que no me doy un garbeo por El Comercial pero me lo apunto.
Acertada estuvo en sus juicios, con los que coincido. Este blog es lo que, mal que bien y a trancas y barrancas, vamos valorando y manteniendo. Quizá poco apreciado: me pregunto a veces cómo nos sentiríamos si el fuego de un volcán -tecnológico, claro- lo devorara para siempre arrastrándolo al interior de sus entrañas y no volviéramos a tener noticia alguna suya.
La camarera de El Comercial me comentó antesdeayer que a veces entra en este nuestro blog, que como sabéis es público, y le han llamado la atención algunos detalles que no recordaba desde la última vez que se distrajo un ratillo con nuestra cosas. Primero, que hacía bastante tiempo que no iba por allí. En cuanto al blog, nos agradeció el incremento de mensajes icónicos, porque se prestan a interpretaciones varias según esté o según los mires; también me hizo ver en la pantalla de su pantalla, que me enseñó, que hace mucho tiempo que el margen izquierdo no tiene novedades desde hace años, y me insistió en saber por qué, cuando antes casi cada mes había algo nuevo; que el escupidiario fue una buena idea, que se murió demasiado pronto. Sobre todo, me dijo, ha comprobado que los que vamos por El Comercial somos muy pocos si compara con los socios activos del blog y si cuenta las firmas de los comentarios. Que, me dijo en fin ya escapándose de mi posible respuesta, se divierte mucho con nuestro blog, y que la imagen seria y provecta que proyectamos los que vamos no coincide con la mayoría de las entradas que escribimos. ¡Muchas gracias! le lancé mientras se iba, demandada por otros parroquianos.
ResponderEliminarPues me alegro de esa enjundiosa conversación que mantuviste con la simpática camarera. Caramba, hace tiempo que no me doy un garbeo por El Comercial pero me lo apunto.
EliminarAcertada estuvo en sus juicios, con los que coincido. Este blog es lo que, mal que bien y a trancas y barrancas, vamos valorando y manteniendo. Quizá poco apreciado: me pregunto a veces cómo nos sentiríamos si el fuego de un volcán -tecnológico, claro- lo devorara para siempre arrastrándolo al interior de sus entrañas y no volviéramos a tener noticia alguna suya.