Una vez tirada la piedra de que quien con infantes se pernocta excrementado alborea, proceden las reflexiones pertinentes:
1.- ¿Es la misma situación la del pijo de los años 70-80 que
se apunta a la LCR que no al PCE?
Muchos de aquellos jóvenes, después de cuatro aventuras “revolucionarias”,
acabada su carrera de ingeniero, médico o arquitecto, se colocaron
estupendamente en un trabajo; con unas facilidades políticas y sociales logradas
por sus mayores. Ideológicamente vuelve a las mismas convicciones sociales
que han tenido sus progenitores. Digo sociales que no políticas; porque desde
luego ha abandonado el franquismo y ha abrazado la democracia de verdad; lo
mismo que ha abandonado la revolución política porque ya no le encuentra
sentido. Pero en cambio no siente la necesaria revolución social y laboral, porque no
tiene la experiencia de “obrero” ni la necesidad de los sindicatos, a los que muchos
de ellos acaban sintiendo como un lastre burocrático impuesto en el
funcionamiento de la empresa; con todos los matices que en este último campo
haya que colocar.
Nota importante: No estoy juzgando a nadie, y mucho menos al
autor de este escrito a quien conozco y sé que ha estado a la altura.
2.- La distinción entre los militantes de algunos partidos
de aquellos primeros momentos de la democracia con respecto al PCE es asunto
que también merece reflexión. En mi opinión, mientras en ciertos grupos, muy
minoritarios y radicales, la composición era simplemente ideológica de rechazo
al franquismo y poco más, faltaba una formación seria sobre un verdadero
compromiso social y político en la lucha real que se producía en las luchas
sindicales y en la gestión de múltiples asociaciones de vecinos y culturales
que sí mantenían vivas el PCE, Vanguardia Obrera, HOAC, etc.
Eso explica por qué de aquellos grupúsculos apenas queda
nada; de la misma forma que tantos militantes del PCE al incorporarse a una
vida política democrática y situados en la esfera de la economía acomodada,
prefirieron, o mejor dicho encontraron, mejor acomodo en el PSOE. Sin olvidar
los graves errores de gestión política interna del PCE que colaboraron a ello.
Nota importante: Salvando todo lo que haya que salvar de
individuos concretos y casos particulares; aquí se habla de forma general.
3.- ¿Son aplicables estas reflexiones sin más al caso de
Cataluña y de la CUP? Como se trata de reflexionar permitidme que mi primera
respuesta sea: puede que sí y puede que no; y tengo en mis ligeros
conocimientos de la cuestión y experiencia que en algunos aspectos sí, pero en
otros muchos e importantes, NO.
En mis últimos años de actividad estuve asociado a ATTAC y
asistía normalmente a ciertos cursos que se impartían en la UNIA (Universidad
Internacional de Andalucía) en los cuales se reflexionaba con mucha seriedad
sobre las cuestiones sociales y políticas actuales. En ellas lo que se estaba
gestionando en Cataluña tenía un interés especial porque se estaban produciendo
fenómenos sociales de los que, por lo menos en Sevilla, no se producían; al
menos con una intensidad y publicidad suficiente como para hacer eco de ello.
Por entonces mantuve contactos con las publicaciones que
producían aquellos grupos y actividades. Tengo que reconocer que, aunque me
interesaron, me parecieron demasiado antisistema; y cuando tuvimos que dejar
morir a ATTAC-Sevilla y mi edad me fue haciendo cada vez más gravoso el
mantenimiento de dichas actividades, pereza senil, acabé dejando de interesarme
también por lo que se producía en Cataluña.
Con esto quiero significar que, desde la distancia, tampoco
deberíamos juzgar sin más lo que es la CUP en Cataluña, no sea que nos
justifiquemos en la experiencia de nuestras experiencias de hace 40 años para
juzgarlo.
Porque una cosa es cierta. Esta gente ha cultivado
enormemente y con fundamento de teorías sociológicas y políticas el
municipalismo y la acción de formación social de las clases populares. Cosa que
se ha abandonado en el resto del país, al menos en lo que tengo yo de
conocimiento de viejo retirado. Sé qué en Sevilla hay grupos y gente que se está
comprometiendo pero ….. ciertamente no tienen el currículum y la experiencia
que tienen la gente de la CUP.
Recordemos la capacidad de movilización que tuvo el PCE con
los movimientos y asociaciones de los años 70-80, que ya la quisiera el PSOE de
entonces.
Con esto quiero decir que de la misma forma que apoyo el
lema de mi anterior entrada respecto a Convergencia y Unió (se llame ahora como
se llame y se divida como se divida): QUIEN CON INFANTES PERNOCTA, EXCREMENTADO
ALBOREA
También digo: CUANDO LAS BARBAS DE TU VECINO VES AFEITAR,
PON LAS TUYAS A REMOJAR.
Tengamos en cuenta que a la CUP el independentismo le es una
cuestión totalmente secundaria e instrumental. Cosa que los de Convergencia no
supieron o no quisieron ver y lo están pagando caro.
Me gustan los comentarios a mis comentarios
ResponderEliminarImperdonable y digno de pensar en el por qué, es el olvido al poner etc. antes de considerar a los sindicatos, en especial a CC.OO.
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