España está en el grupo de cabeza de los países europeos con peor percepción de la independencia judicial. Los datos ofrecidos el pasado mes de abril por la Comisión Europea reflejan que el 58% de los españoles la consideran como "mala" (39%) o "muy mala"(19%), lo que supone que sólo tres de los 28 países están peor: Bulgaria, Croacia y Eslovaquia. Los datos de España empeoran en un 2% los resultados ofrecidos el año pasado.
En modo alguno pondré en duda por un instante la certeza y veracidad de los porcentajes aportados por la Comisión Europea acerca de la valoración de la justicia por los españoles en su propio país. Coinciden con encuestas nacionales.
ResponderEliminarA mi modesto entender el origen viene nada menos que de la transición. Con un colectivo de jueces y magistrados formados en plena dictadura franquista y una ley electoral que, sabemos por qué, favorecía a los partidos más votados y a las circunscripciones más pequeñas en contra de las más grandes. Y somos conscientes de que el sistema elegido por el bipartidismo para repartirse designaciones de jueces y fiscales lo acerca al monopolio (en este caso, bipolio).
Todo ello debe sufrir -corrijo, gozar- de un CAMBIO RADICAL. Y añado que no confío en que ocurra al menos a corto o medio plazo. No por iniciativa espontánea de PP, PSOE ni C's.
Escribí hace ya años acerca de cómo me escandalizaba que nadie en España moviera un dedo por crear, desarrollar y apostar por un serio Estudio del País que queríamos ser. Que queremos ser. No acabo de creerme el acuerdo PSOE-PP para atacar una reforma de nuestra Constitución. Ni se habla de ese acuerdo, ni se concreta. Parece un brindis al sol y yo así lo percibo.
Dicho todo lo cual, concluyo alertando -si se permite- de hacer especial esfuerzo en no mezclar churras con merinas. España es un estado de derecho, con libertad de expresión, democrático y libre. En el que se aplican las leyes existentes por los jueces que hoy ejercen. Las instituciones tienen problemas de coche viejo pero anda. Ni está en taller alguno. Quienes conculquen nuestras leyes se enfrentarán a las penas correspondientes si se les declara delincuentes, sin distinción social alguna.
Porque a esto juegan siempre los que delinquen: a clamar justicia, a pedir democracia, libertad, a presionar con argumentos dolosos para tapar sus crímenes, delitos y culpabilidad. Incluso llegan a reconocer y hasta lo defienden con uñas y dientes que, en efecto, se saltaron la ley. Pero es que no reconocen tal ley -ni les gusta ni favorece sus disparatados planes- ni a los tribunales ante los que declaran. Viejas tácticas de humo y maniobras de distracción. El caso queda pues "politizado" y como fuera ya de los tribunales de justicia por consenso y aclamación popular. ¡Presoak kalera!
Ni les valió a los etarras ni les valdrá a los traidores del 'govern y parlament' que no aman realmente a su pueblo sino a sus egocéntricas ensoñaciones.
Intentar no mezclar las churras con las merinas es el esfuerzo de toda persona cuando se acerca honestamente a la realidad.
ResponderEliminarPuigdemont y sus cuatro consejeros se han entregado hoy a la justicia belga. No sé todavia la decisión del juez sobre su futuro inmediato, pero no me parece que se pueda afirmar en estos momentos que tratan de escapar a la ley, aunque pertenezcan a ese 58% de españoles que no creen en la imparcialidad de sus tribunales.
No sé tampoco los resultados de las elecciones del 21 de diciembre. Si en esas elecciones la mayoría de los ciudadanos o un porcentaje cercano a la mayoría vota por los llamados partidos soberanistas, no veo que se puedan considerar traidores a sus representantes, por muy alejado que yo me encuentre de su programa y de sus proyectos.
Y, de todas formas, en Cataluña y en el resto de España tendremos que convivir y construir o restaurar todos los puentes necesarios, sin negar la realidad, para que la convivencia sea posible.
Esta es, amigo Amador, mi modesta y honesta opnión.
Vivo como un inmenso honor y privilegio poder tratar y considerarme amigo de todos los que un día fuimos leales compañeros y hoy compartimos horas, días y vivencias. Me siento querido y acompañado a la vez que espero y deseo que yo sea para vosotros algo similar.
ResponderEliminarNo te quepa la menor duda, Amador, que así es para mí.
EliminarEn la distancia, la relación contigo/con vosotros es un puente que ha resistido el desgaste del tiempo y que me permite hablar/compartir el presente y el futuro.
JubJub es un espacio de libertad, donde las diferencias no separan y me ayudan a seguir avanzando, aceptando, sin resignarme, una realidad que con frecuencia no me gusta.
Gracias por tu presencia, por tu creatividad, por tus inteligentes aportaciones y por tu admirable disponibilidad.