"... esto es lo que nos debería unir a todos", termina Owen Jones. Y este servidor de ustedes, el mindundi abajo firmante, se permite el lujo de apostillar la frase así: esto nos debería unir a todos, la destrucción de la Unión Europea.
Es habitual utilizar el ejemplo del matrimonio en el que una de las partes plantea el divorcio y la otra no quiere. Ni siquiera se roza el asunto de Cataluña tangencialmente. No existe la analogía en entre estos dos casos. Cataluña no quiere divorciarse, porque nunca existió ningún matrimonio; ni el voto a al Constitución ni al estatuto de la fecha que sea. No vale hacer trampas lógicas. Creo que ya no está en discusión la independencia o no de Cataluña, sino que se trata de que una parte, hasta la mitad si se quiere, de los catalanes -considerados estadísticamente-, quiere independizarse saltándose todas las leyes e instituciones, a las que acuden luego para defenderse; es de locos. Lo grave es que hay mucha gente que creen en esas locuras, sin conocer de verdad de lo que se trata. Lo siento Owen Jones, pero se ha pasado de frenada. Entiendo que caiga en la tentación de defender a la parte que ahora, a 7 de noviembre, parece la más débil y ofendida; trampa. Sigo negando la viabilidad de las dos posiciones enfrentadas: independencia porque sí frente al 155, o al revés. Hoy vendría a reconocer que la cárcel está resultando una pasada de frenada política; jurídica?, pues también parece que sí: en democracia las formas son importantes.
Es que el problema lo manifiestra Edudardo perfectamente. El problema no es ahora la independencia, SINO EL CUMPLIMIENTO DE LA LEY POR LOS REPRESENTANTES políticos que han sido elegidos para representar a TODOS. No estamos hablando de un partido, no estamos hablando de ciudadanos, casados o solteros, sino de representantes de una sociedad en la que han sido elegidos por medio de esas leyes que ahora se saltan porque, olvidando su función política de gobernantes unos por un lado y representantes de "parte" otros, se olvidan de los demás representantes políticos que representan a todos los ciudadanos que no se sienten representados por ellos.
"... esto es lo que nos debería unir a todos", termina Owen Jones. Y este servidor de ustedes, el mindundi abajo firmante, se permite el lujo de apostillar la frase así: esto nos debería unir a todos, la destrucción de la Unión Europea.
ResponderEliminarEs habitual utilizar el ejemplo del matrimonio en el que una de las partes plantea el divorcio y la otra no quiere. Ni siquiera se roza el asunto de Cataluña tangencialmente. No existe la analogía en entre estos dos casos. Cataluña no quiere divorciarse, porque nunca existió ningún matrimonio; ni el voto a al Constitución ni al estatuto de la fecha que sea. No vale hacer trampas lógicas. Creo que ya no está en discusión la independencia o no de Cataluña, sino que se trata de que una parte, hasta la mitad si se quiere, de los catalanes -considerados estadísticamente-, quiere independizarse saltándose todas las leyes e instituciones, a las que acuden luego para defenderse; es de locos. Lo grave es que hay mucha gente que creen en esas locuras, sin conocer de verdad de lo que se trata. Lo siento Owen Jones, pero se ha pasado de frenada. Entiendo que caiga en la tentación de defender a la parte que ahora, a 7 de noviembre, parece la más débil y ofendida; trampa. Sigo negando la viabilidad de las dos posiciones enfrentadas: independencia porque sí frente al 155, o al revés. Hoy vendría a reconocer que la cárcel está resultando una pasada de frenada política; jurídica?, pues también parece que sí: en democracia las formas son importantes.
ResponderEliminarLe debo a vuecencia 2 cañas 2 y dobles, pagaderas a su libre albedrío. SR nos ampara. Sin dudarlo!!
EliminarEs que el problema lo manifiestra Edudardo perfectamente. El problema no es ahora la independencia, SINO EL CUMPLIMIENTO DE LA LEY POR LOS REPRESENTANTES políticos que han sido elegidos para representar a TODOS. No estamos hablando de un partido, no estamos hablando de ciudadanos, casados o solteros, sino de representantes de una sociedad en la que han sido elegidos por medio de esas leyes que ahora se saltan porque, olvidando su función política de gobernantes unos por un lado y representantes de "parte" otros, se olvidan de los demás representantes políticos que representan a todos los ciudadanos que no se sienten representados por ellos.
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