El New York Times ha publicado esta serie de imágenes sobre la situación económica y social de España que reproduzco por si alguien no las ha visto y estuviera interesado. Yo tengo mi opinión, pero aquí lo voy a dejar. Por ahora, claro. Me he tomado, así mismo, la molestia de traducir los pies de página (que reproduzco solo en la primera para no emborronar).
De nada. Lo hago con gusto.
Partidarios sindicales protestaron contra
los recortes del gobierno durante una manifestación en Jimena, en el sur de España. A medida que el país trata desesperadamente de cumplir con sus objetivos presupuestarios, se ha
visto obligado a emprender el mismo camino que Grecia, la introducción de
una medida de austeridad tras otra, recortar empleos, salarios, pensiones
y beneficios, incluso cuando la economía continúa contrayéndose.
Las familias Aliu y López miran desde su ventana la llegada de la policía, que viene a desalojarlos de su casa en Viladecavalls, al norte de Barcelona, España. Alfredo Aliu y Montse López habían sido incapaz de pagar su hipoteca durante dos años después de que su tienda de café fuera a la quiebra.
Para un número creciente de personas, la comida de los cubos de basura ayuda a llegar a fin de mes. Estas tácticas de supervivencia son cada vez más comunes en España, donde la tasa de desempleo es superior al 50 por ciento entre los jóvenes, y más y más hogares carecen de adultos con empleo.
Una calle sin usar en la ciudad costera de Benidorm, destino turístico en crecimiento antes de la crisis financiera. España disfrutó de un auge económico mucho después de unirse a la zona euro, ya que la bajas tasas de interés alimentaban el auge de la construcción. Pero llegó a su fin con la crisis financiera de 2008 y la recesión resultante disparó la tasa de desempleo.
Un comedor en Girona, donde el gobierno local ha anunciado que va a poner candados en los contenedores de basura por toda la ciudad para impedir que la gente busque comida en ellos. Las cerraduras han creado algo de alboroto en toda España, donde la crisis económica está alimentando cada vez más protestas por el hambre.
Manuel Lourerio, un inmigrante cubano, en su casa móvil cerca de Barcelona, donde ha vivido durante el último año y medio. Perdió su trabajo como obrero de la construcción en el tren español de alta velocidad y se vio obligado a salir de su apartamento.
Participantes en una marcha de personas desempleadas en el sur de España hacen cola para recoger su comida. La mayoría de los expertos están de acuerdo: el hambre aumenta en España. Un informe de la organización católica Caritas, emitido a principios de este año, decía que habían dado de comer a casi un millón de españoles que padecieron hambre en 2010, más del doble que en 2007. Esa cifra aumentó de nuevo en 2011 en 65.000 personas más.
Marcha de trabajadores en paro. Recientemente, el gobierno elevó el IVA tres puntos porcentuales a la mayoría de bienes y dos puntos porcentuales sobre muchos alimentos, haciendo la vida mucho más difícil para los que viven en la frontera de la necesidad.
Un grupo de alcaldes y sindicalistas en una manifestación contra la austeridad en Jaén, sur de España, donde las tasas de desempleo están muy por encima de la media. Recientemente protagonizaron asaltos tipo 'Robin Hood' a dos supermercados, cargando los carros con alimentos básicos y presionándoles para que donaran más alimentos a los necesitados. Más de una docena se enfrentan a un juicio por robo, además de por asalto.
Una asamblea de emigrantes africanos e inmigrantes españoles en una fábrica abandonada en Barcelona, donde viven otras 300 personas que trabajaban en la construcción y han perdido sus puestos de trabajo.
Manifestación en Barcelona contra los recientes recortes a la asistencia médica gratuita a emigrantes ilegales. Poco alivio, a la vista de que los gobiernos regionales del país, frente a su crisis presupuestaria propia, ya están recortando en una amplia gama de servicios que antes eran gratuitos, como las comidas escolares para familias con bajos ingresos.
Manisfestación en el sur de España. Un informe de Caritas, la organización benéfica católica, encontró que el 22 por ciento de los hogares españoles estaban viviendo en la pobreza y cerca de 600.000 no tienen ningún tipo de ingresos. Se espera que estos números continúen empeorando en los próximos meses.
Una protesta contra los recortes en los servicios médicos para emigrantes. Alrededor de un tercio de los que buscan ayuda nunca había usado un banco de alimentos o un comedor de beneficencia antes de que estallara la crisis económica, según el Informe Caritas. Para muchos de ellos, la necesidad de pedir ayuda es muy embarazosa. En algunos casos, las familias van a bancos de alimentos de las ciudades vecinas para que sus amigos y conocidos no los vean.
Los antiguos rascacielos comparten ahora el horizonte con sus homólogos inacabados en Benidorm. Desde el inicio de la crisis financiera, España ha visto crecer el oleaje de su déficit y se ha visto obligado a pagar crecientes tasas de interés a inversionistas cada vez más preocupados por su solvencia. Dado el tamaño de la economía española y la debilidad de sus bancos, España se ha convertido en uno de los mayores problemas que enfrenta la Unión Europea.